Hoy: 23 de noviembre de 2024
La OTAN cree que Ucrania ha conseguido estabilizar el frente de Járkov, después de los avances registrados por Rusia el último mes en esa región fronteriza. Sin embargo, advierte que Ucrania enfrentará un verano complicado debido a nuevos avances esperados por parte de Rusia, que podrían socavar el apoyo occidental de cara a la próxima cumbre de la OTAN dentro de cuatro semanas.
En rueda de prensa en Bruselas en el marco de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN, el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Charles Brown, aseguró que la situación está “algo más estabilizada” que en las últimas semanas en la región de Járkov, gracias a las líneas defensivas construidas por Ucrania, que le han permitido frenar el avance ruso.
“Los ucranianos han sido muy buenos en mantener sus líneas defensivas y creo que serán capaces de seguir haciéndolo en concreto en la región de Járkov también”, argumentó en declaraciones a la prensa.
Al mismo tiempo, Brown ha advertido que los avances de Rusia en la región, especialmente desde principios de mayo, “desvían la atención” de otras áreas del extenso frente en el este de Ucrania, lo que crea el riesgo de que penetre en otra zona. No obstante, ha elogiado la capacidad de Ucrania para contener estos avances.
Fuentes aliadas coinciden en señalar que el frente se ha estabilizado y ven con más alivio la situación, que hace tan solo unos meses tenía tintes muy negativos para Kiev. En este sentido, recalcan la importancia de los suministros militares de los países aliados de Ucrania, lo que puede marcar la diferencia a la hora de aguantar la embestida rusa y preparar una ofensiva para recuperar territorio.
En las zonas fronterizas no se registran avances rusos desde el gran ataque del pasado 10 de mayo, en el que Rusia logró penetrar varios kilómetros en la línea ucraniana y ahora solo se producen “avances marginales”. “Sigue siendo una zona disputada, con la defensa de las fuerzas ucranianas repeliendo la mayoría de los asaltos rusos”, han explicado sobre la situación en Járkov.
Las fuentes explican que el Ejército ruso no ha logrado crear la zona colchón pretendida por Vladimir Putin en la región de Járkov, y principalmente el frente se ha estabilizado, con el control territorial ruso fragmentado en lugar de unido. Insisten en que las ganancias de Rusia en este frente serán limitadas en última instancia.
Todo además con un alto coste humano, ya que las fuentes aliadas cifran en 1.000 bajas rusas al día durante el mes de mayo, entre muertos y heridos. La organización atlántica considera estas cifras como “astronómicas”, atribuyéndolas a la ventaja cuantitativa de Rusia en efectivos, munición y equipamiento, dado que tienen la capacidad de reclutar aproximadamente 30.000 nuevos efectivos al mes. “Probablemente puedan seguir absorbiendo estas pérdidas masivas mientras tratan de desgastar a las fuerzas ucranianas”, señalan.
Respecto al escenario de guerra los próximos meses, en los cuarteles generales de la OTAN avisan de que Ucrania vivirá un verano complicado con posibles nuevos empujes rusos en las próximas semanas, en un intento de minar el respaldo a Ucrania coincidiendo con la cumbre de la OTAN en Washington de julio, en la que los aliados celebran el 75º aniversario de la OTAN y quiere exhibir unidad en el apoyo a Ucrania.
“Este verano es probable que veamos importantes esfuerzos rusos para llevar a cabo un empuje significativo, especialmente justo antes de la cumbre de la OTAN”, han indicado fuentes aliadas, sobre el escenario de que Moscú eleve la presión según se acerque la cumbre de Washington.
En todo caso, avisan de que los próximos meses no serán fáciles para Ucrania y su Ejército, aunque al tiempo, confían en que la llegada del buen tiempo pueda ser un momento propicio para que las fuerzas ucranianas intensifiquen sus operaciones, a la vista de la llegada de más ayuda occidental, bajo mínimos en los meses anteriores por los retrasos en las decisiones políticas.