Hoy: 22 de noviembre de 2024
Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela una situación preocupante en relación al consumo de sustancias como el alcohol, el cannabis o los cigarrillos electrónicos entre adolescentes menores de 15 años, con especial atención en las niñas, en áreas de Europa, Asia central y Canadá.
Los datos recopilados por el estudio Health Behavior in School-age Children (HBSC) muestran que el 57% de los jóvenes encuestados menores de 15 años (56% de los niños y 59% de las niñas) han experimentado con el alcohol al menos una vez, y casi 4 de cada 10 (36% de los niños y 38% de las niñas) lo han consumido en los últimos 30 días.
En esta línea, aproximadamente 1 de cada 10 (9%) adolescentes de todos los grupos de edad ha experimentado una embriaguez significativa (estar borracho al menos dos veces) en su vida, una tasa que aumenta del 5 por ciento a los 13 años al 20% a los 15 años.
Además, los patrones recientes revelan que la incidencia de la embriaguez en los últimos 30 días también aumenta con la edad, pasando del 5% entre los jóvenes de 13 años a un 15% entre los de 15 años.
“Estos hallazgos resaltan cuán disponible y normalizado está el alcohol, lo que muestra la necesidad urgente de mejores medidas políticas para proteger a los niños y jóvenes de los daños causados por el alcohol”, subrayan desde la OMS.
Asimismo, el informe manifiesta un incremento de la popularidad de los cigarrillos electrónicos frente a los cigarrillos convencionales, ya que el 32% de los jóvenes de 15 años encuestados informan haber usado cigarrillos electrónicos en algún momento, frente al 25% que afirman haber fumado un cigarrillo convencional.
A su vez, el 20% de los encuestados asegura haber consumido un cigarrillo electrónico en los últimos 30 días, mientras que un 15% lo ha fumado convencional.
Este incremento también se observa a partir en los adolescentes de 13 años: el 11% de los jóvenes afirma haber fumado un cigarrillo alguna vez, en comparación con el 16% que alguna vez ha consumido un cigarrillo electrónico.
Además, el 5% de los jóvenes de 13 años afirma haber fumado un cigarrillo en los últimos 30 días, en comparación con el 9% que consumió un cigarrillo electrónico en los últimos 30 días.
Ante este contexto, la OMS precisa que esta transición a los cigarrillos electrónicos como una opción más popular que los cigarrillos convencionales exige intervenciones específicas para abordar este problema de salud pública emergente.
En cuanto al consumo de cannabis, el porcentaje de jóvenes de 15 años que han consumido cannabis alguna vez cayó del 14% en 2018 al 12%en 2022.
Por otro lado, el estudio revela un cambio en los patrones de uso de sustancias entre los adolescentes. Históricamente, el consumo de sustancias era más común entre los niños que entre las niñas, “pero el panorama está cambiando”, destacan desde la OMS.
A los 15 años, las niñas no sólo alcanzan a los niños sino que, en algunos casos, los superan. Esto incluye el tabaquismo, donde el uso de cigarrillos electrónicos es superior en las niñas, y el consumo de alcohol.
“El cierre de las brechas históricas de género en el uso de sustancias, especialmente entre los adolescentes mayores, exige el desarrollo de estrategias de prevención que sean sensibles a las experiencias y necesidades únicas de niños y niñas. Las intervenciones adaptadas que tengan en cuenta estas dinámicas en evolución son cruciales para una prevención eficaz”, subrayan desde la OMS.
Por su parte, el director regional de la OMS Europa, el doctor Hans Henri P. Kluge, asegura que el uso generalizado de sustancias nocivas entre los niños en muchos países de la Región de Europa (y más allá) es una grave amenaza para la salud pública.
“Teniendo en cuenta que el cerebro continúa desarrollándose hasta los 20 años, es necesario proteger a los adolescentes de los efectos de productos tóxicos y peligrosos. Desafortunadamente, los niños de hoy están constantemente expuestos al marketing en línea dirigido a productos dañinos, mientras que la cultura popular, como los videojuegos, los normaliza”, precisa el experto.
“La OMS/Europa está trabajando con los países para garantizar que todos los jóvenes, en todas partes, tengan el mejor comienzo posible en la vida. Esto significa protegerlos de productos tóxicos y adictivos que podrían afectar su calidad de vida en los próximos años”, concluye el doctor P. Kluge.