Un experimento involucró el cultivo de microorganismos en un suelo simulado de permafrost marciano impregnado de sal
El rover Curiosity de la NASA ha estado captando la atención de los científicos marcianos al detectar metano en el cráter Gale de Marte, un fenómeno que ha desconcertado a los expertos durante años, según informa Europa Press.
Ahora, un equipo de investigación de la NASA liderado por Alexander Pavlov, científico planetario del Centro de Vuelos Espaciales Goddard, ha propuesto una interesante teoría que podría arrojar luz sobre este enigma.
Según un artículo publicado recientemente en el Journal of Geophysical Research: Planets, los científicos sugieren que el metano en Marte podría estar atrapado bajo sal solidificada en el regolito marciano, el “suelo” compuesto de roca rota y polvo del planeta rojo.
Esta sal actuaría como un sello, manteniendo el gas atrapado hasta que se debilita bajo ciertas condiciones, como el aumento de la temperatura durante las estaciones cálidas o las horas del día.
El equipo de Pavlov plantea la posibilidad de que el metano pueda liberarse en ráfagas cuando estos sellos se rompen bajo presión, como la generada por el paso del rover Curiosity, un vehículo del tamaño de un pequeño SUV. Esta hipótesis podría explicar por qué el gas solo se detecta en el cráter Gale, uno de los dos sitios donde un rover recorre y perfora la superficie marciana.
El origen de esta teoría se remonta a un experimento dirigido por Pavlov en 2017, que involucró el cultivo de microorganismos en un suelo simulado de permafrost marciano impregnado de sal. Aunque los resultados del crecimiento microbiano fueron ambiguos, los investigadores observaron la formación de una costra de sal en la superficie del suelo a medida que el hielo salado se sublimaba, dejando atrás la sal.
Esta propuesta plantea nuevas perspectivas sobre la presencia de metano en Marte y podría ayudar a los científicos a comprender mejor los procesos geológicos y atmosféricos del planeta rojo.