La tonadillera actuó en Valencia junto a Shaila Dúrcal
Después de meses de búsqueda intensiva para encontrar el hogar ideal en Madrid, Isabel Pantoja está a punto de completar su mudanza a la capital. Según TardeAR, la tonadillera ha encontrado una mansión en alquiler, cuyo costo se estima en unos 35.000 euros al mes, aunque algunas fuentes sugieren que el precio podría ser considerablemente menor.
La propiedad, que anteriormente perteneció al futbolista Joao Félix, se ubica en La Finca, una de las urbanizaciones más exclusivas y elitistas de Pozuelo de Alarcón.
Una residencia cuenta con 1.000 metros cuadrados, 7 habitaciones, 11 baños, dos piscinas, enormes jardines, gimnasio y una sala de cine, y tendrá como vecinos a celebrities de la talla de Cristiano Ronaldo, Marc Márquez, Borja Thyssen, Cholo Simeone y Carla Pereira.
De la euforia en Valencia a la evasión en Madrid
La información ha llamado la atención por lo elevado del precio del alquiler que afrontaría el promotor de su gira, Enrique Castilla, y por el tamaño de la mansión, donde la tonadillera vivirá tan solo con su hermano Agustín.
Isabel ha reaparecido en Valencia, donde ha ofrecido un concierto inolvidable con la colaboración de Shaila Dúrcal, con la que interpretó su popular canción Garlochí, desatando la locura de una abarrotada plaza de toros.
Antes del espectáculo se veía sonriente y relajada, bromeando incluso con su mudanza a Madrid espetando al reportero: “¿Usted qué cree?”, expresa ante la pregunta de si es cierto que quedan días para que abandone Cantora y empiece una ilusionante etapa en la capital.
La tonadillera se dirigió al aeropuerto de Manises en una furgoneta y acompañada por su hermano Agustín. Accedieron a la terminal a toda velocidad dando la espalda a la prensa y guardando silencio sobre las informaciones sobre el nuevo hogar.
La artista ha tenido la misma actitud a su llegada a Jerez de la Frontera: esquivó las cámaras al bajar del vehículo que la recogió directamente en la pista del aeropuerto para subirse a otro que la llevaría de vuelta a Cantora, donde ya habría comenzado a empaquetar todos los enseres que se llevará a Madrid.