La Familia Real se relaja en una cena íntima con amigos

La reina Letizia lucía un vestido de tirantes estampado en colores rojo y blanco, mientras que la princesa Leonor se decantaba por uno color beige

Disfrutando de su estancia en Palma de Mallorca, la Familia Real, encabezada por el Rey Felipe VI, continuó con otra de las tradiciones instauradas en los últimos años, tras entregar los premios de la 421 Copa del Rey-MAPFRE, en la que obtuvo el segundo puesto con el AIFOS.

Asimismo, el monarca organizó una cena familiar en la que también invitó a unos grandes amigos de la reina Sofía: el matrimonio Radziwill Fruchaud, según informa Europa Press.

El restaurante escogido por la Familia Real para la ocasión fue Mía, de Guillermo Cabot, al igual que el año pasado. A su llegada, la reina Sofía caminaba agarrada del brazo de su hijo, con quien charló mientras daban un paseo. La Reina Letizia caminaba al otro lado del rey, permaneciendo muy cerca de él y rozándole el brazo en varias ocasiones para conseguir su atención.

Unos pasos por detrás, la princesa Leonor y la infanta Sofía eran las encargadas de empujar las sillas de ruedas de Tatiana Radziwill y de Irene de Grecia. Junto a ellas, el marido de Tatiana, Fruchaud, les acompañaba para supervisar que no había ningún imprevisto. Este tipo de encuentros informales no solo destacan el lado más humano y accesible de los miembros de la realeza, sino que también subrayan su vínculo con las tradiciones y la cultura española.

A la hora del posado familiar, las más jóvenes se adelantaron para poder colocar las sillas de ruedas de frente a las cámaras mientras la Reina Letizia saludaba con la mano a los medios de comunicación. La princesa Leonor, junto a Tatiana Radziwill, eran las primeras en dirigirse al interior del restaurante, seguidas de la infanta Sofía, Irene de Grecia, la reina Letizia, la reina Sofía, el Rey Felipe VI y Fruchaud.

Para esta ocasión, la reina Letizia lucía un vestido de tirantes estampado en colores rojo y blanco, mientras que la princesa Leonor se decantaba por un vestido estampado en color beige y azul de manga corta. La infanta Sofía, quien también escogía un vestido para la ocasión, prefería un color más llamativo en tono verde flúor.