La exnovia de José Arcadio, conocido como ‘El Melillero’, ha relatado en su declaración en el juicio el maltrato y las «continuas» amenazas de muerte que sufrió por parte de este, así como el ataque con ácido ocurrido el día 12 de enero de 2021 en Málaga. «Sentí que me quemaba», ha dicho, asegurando que en ese momento vio que él tenía «una sonrisa de satisfacción».
Con un hilo de voz, detrás de un biombo para no ser vista y llorando en algunos momentos, la joven ha declarado este lunes en el juicio que se sigue en la Sección Octava de la Audiencia de Málaga contra ‘El Melillero’ y otras cinco personas en relación con el ataque de ácido que ella y su amiga Cristina sufrieron y por el que tienen importantes secuelas físicas y psicológicas.
La exnovia del principal acusado ha declarado que la relación empezó en mayo de 2020 y que poco tiempo después ya se produjeron varios episodios de amenazas y agresiones que le hicieron tener «pánico». Sin embargo, él le insistía llorando en que no lo dejara, que no podía vivir sin ella y que iría a un psicólogo.
La joven ha contado que las amenazas de muerte eran diarias y le preguntaba continuamente dónde estaba, queriendo controlar su móvil. Además, ha asegurado que el acusado se tomó muy mal que en diciembre de ese año ella rompiera la relación; por lo que se vio obligada a cambiar de teléfono e irse a vivir a Cártama (Málaga) por temor a que la localizara.
El día previo al ataque con ácido, Sandra estaba con su amiga en Cártama y él se presentó en el lugar con otro hombre. Según la joven, su exnovio les adelantó con otro automóvil, les cortó el paso y le gritó que bajara la ventanilla del coche, a lo que ella se negó. De acuerdo con su versión, el procesado señaló a su acompañante y le dijo: ”Mira, este es el que se va a encargar de ti”, al tiempo que el segundo hombre le hizo el gesto de rajarle el cuello.
El día del ataque, sobre las 14.10 horas, Sandra recogió a su amiga Cristina con su coche y, cuando bajaban por una calle, también en Cártama, se cruzaron con él, que subía por la misma vía y estaba con el hombre que le acompañaba el día anterior. Según ha explicado entre sollozos, ella tenía la ventanilla de su turismo un poco abierta, como “unos cuatro dedos”.
La víctima asegura que no vio quién les arrojó el ácido a través de esa apertura o si alguno de los investigados se apeó del turismo en el que iban. Sin embargo, ha señalado que sí recuerda que ‘El Melillero’, que iba de piloto, “se reía” mientras las miraba «con cara de satisfacción» en el momento en que las dos jóvenes salían del automóvil y pedían auxilio a causa de las quemaduras.
Sandra ha explicado que ha tenido que ser operada en múltiples ocasiones, 12 de forma inicial, y que tendrá que someterse a otras intervenciones a lo largo de su vida, según le han dicho los médicos.
Como consecuencia del ataque con ácido, la joven tiene un 45% de la superficie corporal quemada y presenta secuelas psíquicas importantes. Asimismo, presenta un pérdida de calidad de vida, así como incapacidad para desempeñar su profesión.
Tiene un leucoma corneal izquierdo «que deja una agudeza visual de 0,1», dificultad para la deglución de líquidos y, en ocasiones, sólidos; además de limitaciones de movilidad de múltiples partes del cuerpo.
Asimismo, en la sesión de este lunes ha declarado un testigo protegido que ha asegurado que ese día vio un coche parado en un paso de cebra y otro en dirección contraria y observó cómo «de la ventana del conductor salía una mano con una bolsa y echó algo por la ventana del otro coche», que estaba algo bajada.
Tras esto, ha relatado que dos chicas se bajaron de ese coche donde había caído la sustancia, gritando «me quemo, me quemo», y el otro vehículo desde donde se había arrojado salió derrapando.