El Parlamento Europeo defenderá en las negociaciones con los gobiernos europeos para reforzar la protección de las mujeres frente a la violencia machista que el sexo sin consentimiento sea tipificado como delito de violación y perseguido en toda la Unión Europea, en línea con lo que propone Bruselas pero que los Veintisiete no recogen en su posición.
Las líneas maestras de la Eurocámara han sido adoptadas este miércoles por las comisiones de Libertades Civiles y de Derechos de la Mujer pero necesitan aún el visto bueno formal del pleno al completo –en una votación en sesión plenaria la próxima semana– para que den comienzo las negociaciones entre eurodiputados y Estados miembro.
La directiva en desarrollo penalizará en toda la Unión Europea abusos como la mutilación genital femenina, el acoso cibernético, la difusión o intercambio no consentido de imágenes íntimas y la incitación al odio o la violencia contra la mujer a través de las redes.
Los eurodiputados, recogiendo lo propuesto por la Comisión Europea como base de la negociación, quieren que se defina penalmente el delito de violación en base a la ausencia de consentimiento y, además, precise que “el miedo o la intimidación” son factores que pueden impedir a la mujer actuar o decidir libremente ante un posible agresor.
Petición del Parlamento
Así, el mandato europarlamentario pide que el consentimiento se evalúe en función de las circunstancias específicas y añade consecuencias penales añadidas para las agresiones sexuales que no sean consideradas violación pese a la ausencia de consentimiento.
También abogan por asegurar penas más duras y que se amplíen los agravantes para incluir factores como el estatus de residencia de la víctima, el embarazo, ser víctima de trata o vivir en una residencia de ancianos, centros de menores o para demandantes de asilo.
Los actos violentos contra mujeres o niñas que sean especialmente “inhumanos, degradantes o humillantes” deberán ser considerados también agravantes a la hora de calcular las penas, al igual que los ataques contra personalidades públicas y los llamados ‘crímenes de honor’.
“Las mujeres de toda Europa no entenderían ni estarían de acuerdo con suprimir como delito de la directiva el sexo no consentido. La violación no tiene por qué ser un hecho violento, si una mujer no da su consentimiento es una violación”, ha advertido la eurodiputada del Partido Popular Europeo (PPE) y negociadora de la directiva, Frances Fitzgerald.
Fitzgerald ha reclamado así a los gobiernos europeos “hacer frente a la realidad” de que “todas” las mujeres necesitan estar protegidas frente a estos delitos del mismo modo en todos los Estados miembro.
Los Veintisiete acordaron también recientemente sus condiciones para contar con normas comunes más severas contra violencia de género y otros delitos contra la mujer, pero dejaron fuera de su propuesta toda referencia al delito preciso de violación al considerar que la directiva en cuestión no es el marco adecuado y carece de base jurídica para abordar la violación, que ya se persigue penalmente en las distintas legislaciones nacionales dentro de la UE.