La Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) califica de «contradictorio» el retraso de la edad de jubilación a los 66 años y seis meses, que entra en vigor este mes de enero, y la «elevada» tasa de paro entre los mayores de 50 años.
«No podemos pedir que las personas se jubilen más tarde si no les ofrecemos empleo a partir de los 50», manifiesta la presidenta de Ceoma, Sabina Camacho.
En concreto, la presidenta de Ceoma reclama que «se suprima definitivamente» la obligatoriedad de jubilarse a una edad fija y que esa edad «sea solo la fecha en la que se podrá recibir el 100% de la pensión que le corresponda siempre que se cumplan las demás condiciones del sistema».
Camacho señala también el hecho de que, en la actualidad, los mayores de 50 años representen el 30,2% del total de demandantes de empleo, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el INE.
Asimismo, indica la necesidad de que «se integre a estas personas en la vida laboral para poder llegar a la jubilación». «En un mundo laboral en el que las empresas consideran mayores a las personas de más de 50 años es difícil llegar a la edad de jubilación», ha remarcado.
Además, Camacho destaca la aportación de las personas veteranas al mercado laboral y cómo «estas cualidades redundan en beneficio de la empresa y contribuyen a su desarrollo económico».
Por ello, apuesta por que se impulsen medidas que fomenten la continuidad de la vida activa, como la creación de planes de carrera, la promoción de la formación a lo largo de la vida, fijar criterios de flexibilidad organizativa o potenciar la transmisión del conocimiento.
Según la presidenta de Ceoma, al margen de la economía, fomentar la vida activa «es necesario socialmente y ayuda a reducir los costes sociosanitarios y a prevenir la dependencia».