La investigación revela que una intervención personalizada en la alimentación podría ser clave en el tratamiento de la depresión
Una nueva investigación colaborativa realizada por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) ha arrojado luz sobre los beneficios de una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen extra (AOVE) en pacientes con episodios depresivos, sugiriendo que podría reducir significativamente los síntomas asociados.
La depresión, un desafío creciente para la salud pública mundial, afecta a personas de todas las edades y es una de las principales causas de deterioro en la calidad de vida a nivel global. Hasta el momento, no se había evaluado el impacto de una intervención personalizada con dieta mediterránea en pacientes recuperados de depresión.
Los resultados del estudio, publicados en la revista ‘Nutritional Neuroscience’, ofrecen esperanza en España, donde la depresión afecta a seis millones de personas, con una prevalencia del 8,9% en hombres y del 16,5% en mujeres, incrementándose en las últimas décadas.
La dieta mediterránea, considerada uno de los modelos dietéticos más saludables, emerge como un factor de estilo de vida modificable que podría influir en la prevención y manejo de la depresión. Estudios previos han vinculado una alta adherencia a esta dieta con un menor riesgo de depresión.
Cómo se ha realizado el estudio y resultados obtenidos
Financiado por el Fondo de Investigación en Salud, el estudio demuestra de manera concluyente que la adopción de la dieta mediterránea enriquecida con AOVE puede llevar a una notable reducción de los síntomas depresivos, abriendo nuevas perspectivas sobre la relación entre la alimentación y la salud mental.
Este hallazgo destaca la importancia de la nutrición en la salud emocional y sugiere la viabilidad de estrategias basadas en la dieta para complementar enfoques tradicionales en el tratamiento de la depresión.
El estudio, que se llevó a cabo durante dos años, evaluó a 52 hombres y 144 mujeres de 18 a 86 años que habían experimentado al menos un episodio depresivo en los últimos cinco años y estaban en remisión total o parcial en los últimos seis meses. La intervención consistió en una dieta mediterránea enriquecida con AOVE, además de la atención habitual.
La Dra. Almudena Sánchez-Villegas, investigadora del CIBEROBN, destaca que es la primera vez que se realiza una evaluación a largo plazo de una intervención dietética en este tipo de pacientes, observando que la efectividad se mantuvo con el tiempo. Por su parte, la Dra. Ana González-Pinto, jefa de grupo en CIBERSAM, sugiere que las intervenciones nutricionales de la dieta mediterránea podrían ser herramientas efectivas en la prevención de la depresión secundaria, si sus propiedades preventivas se confirman en futuros ensayos clínicos en el trastorno depresivo mayor.