La cirugía láser en patologías anorrectales reduce el dolor postoperatorio y facilita una recuperación más rápida, según el especialista en Cirugía General del Aparato Digestivo, Manuel García Munar, del Hospital Quirónsalud San José.
«La cirugía convencional es una buena técnica, capaz de controlar los síntomas pero que, sin embargo, provoca dolor postoperatorio y una recuperación lenta. El tratamiento láser se caracteriza por ser mínimamente invasivo, no afecta al aparato esfinteriano y por ende no provoca incontinencia, y apenas tiene dolor postoperatorio y favorece una recuperación precoz», ha especificado.
Otra de las ventajas sería la inexistencia de herida quirúrgica y la consiguiente reducción de complicaciones por infección de herida.
La patología anorrectal es mucho más frecuente de lo que a primera vista pudiera parecer, según la Guía «Patología anorrectal para Medicina de Familia y Cirugía General’ publicada en 2023.
Hasta un 5% de la población presenta síntomas relacionados con las hemorroides; algunos estudios determinan el riesgo promedio de padecer una fisura anal en el 7,8%; alrededor del 2% de la población presentará un absceso anal o fístula a lo largo de su vida; o el sinus pilonidal, que afecta fundamentalmente a la población joven, con una edad media de presentación entre los 19-21 años y una incidencia del 0,7%.
«A priori, cualquier paciente que presente cualquier tipo de patología anorrectal puede ser candidato a este tipo de tratamiento, aunque debe realizarse una valoración individualizada en cada caso», concluye el experto.
Finalmente, ofrece la posibilidad de repetir el tratamiento sin que ello conlleve un aumento de complicaciones postoperarorias y, en la mayoría de los casos, no precisa de un tratamiento previo tan prolongado como la cirugía convencional (como por ejemplo en el caso de las fístulas perianales).