La ‘Catedral de los Peces’, la joya sumergida de Cantabria que emerge cuando baja el nivel del agua

5 de octubre de 2025
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Imagen de la torre de la iglesia que emerge entre las aguas del embalse del Ebro, en Cantabria. (TripAdvisor)

La iglesia, dedicada a San Roque, fue construida a finales del siglo XIX para servir como centro espiritual del pueblo de Villanueva

Los embalses de España no solo sirven para almacenar agua, sino que, en ocasiones, esconden auténticas sorpresas históricas. Cuando los niveles de agua bajan, emergen estructuras que permanecen sumergidas durante décadas, desde iglesias medievales hasta pueblos enteros que quedaron olvidados bajo el agua, ofreciendo imágenes sorprendentes que capturan la atención de curiosos y fotógrafos.

Uno de los ejemplos más impactantes se encuentra al sur de Cantabria, casi en la frontera con Castilla y León: la conocida como Catedral de los Peces. Su campanario se levanta sobre las aguas del embalse del Ebro cuando el nivel del agua es bajo, atrayendo a visitantes que buscan contemplar esta joya arquitectónica sumergida. La iglesia, dedicada a San Roque, fue construida a finales del siglo XIX para servir como centro espiritual del pueblo de Villanueva, en el municipio de Las Rozas de Valdearroyo, aunque solo permaneció activa durante medio siglo antes de quedar sumergida.

La construcción del embalse del Ebro durante la dictadura franquista, inaugurado en 1952, dejó bajo el agua no solo esta iglesia, sino también varios pueblos como Medianedo, Quintanilla, La Magdalena y Quintanilla de Bustamante, junto a extensos campos de cultivo. Sin embargo, la altura del campanario permite que emerja parcialmente cuando el embalse tiene bajo nivel, ofreciendo la posibilidad de visitarlo y explorar sus instalaciones.

Cómo acceder

Para acceder al campanario, los visitantes deben recorrer una pasarela de madera de 50 metros que conecta la tierra firme con la torre. Una vez allí, se puede subir por una escalera de caracol hasta la cima del campanil, desde donde se obtiene una vista panorámica impresionante del embalse del Ebro y sus alrededores, lo que convierte la visita en toda una experiencia única.

El embalse está situado en la comarca cántabra de Campoo-Los Valles y cuenta con una protección medioambiental especial debido a su importancia natural y patrimonial. Esta combinación de historia y paisaje convierte al lugar en un atractivo turístico singular, especialmente cuando el agua permite que la iglesia emerja.

La Iglesia de San Roque se encuentra a unos 85 kilómetros de Santander. Para llegar, basta con tomar la A-67 hasta Reinosa y luego desviarse por la sinuosa CA-730, que bordea el embalse hasta llegar a la localidad. El trayecto desde la capital cántabra dura aproximadamente una hora, lo que hace que sea una escapada accesible para quienes deseen descubrir esta joya histórica sumergida.

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