Hoy: 23 de noviembre de 2024
JOAQUÍN R. L.
Algunas cosas me sorprenden, y no hablo en sí de la insignia o bandera del orgullo gay que se pone sin venir a cuento en algunos edificios oficiales. Ahora es normal verla izada en los Ayuntamientos, fuentes y otras instituciones. Ocurre en la llamada semana del Orgullo Gay. Es normal y comprensible como gesto de solidaridad.
Lo que no es normal es que esa bandera haya estado entre los días 16 y 20, junto a la española y la europea, en un balcón de la sede del Ministerio de Exteriores, donde acuden representantes de los distintos países para recibir sus credenciales. Por ejemplo, los de los países árabes, donde, en general, y lamentablemente, está mal visto el movimiento gay.
¿Les gustará a los representantes de estos países ver que les reciben bajo símbolos que ellos no comparten? ¿Se ha puesto ese emblema en el ministerio como señal de protesta contra esos países que no respetan las diferentes orientaciones sexuales? ¿O se ha puesto porque no le importa a este Gobierno extender su ideología partidista a las instituciones?
En 2023, la fiesta del Orgullo Gay tendrá lugar entre el 23 de junio y 2 de julio. Quizás en esas fecha cabría poner esa bandera en todas partes, como señal de apoyo y solidaridad, pero no cuando acuden representantes de países que no comparten ese movimiento. Pueden considerarlo una afrenta. Pero ahora no pinta nada esa insignia en la sede de un organismo oficial como es el ministerio.