La cantante Katy Perry que se encuentra en una gira por Australia, ha protagonizado una escena incómoda durante su concierto en Perth. Durante la actuación y como suele hacer, la artista se acercó a sus fans desde la plataforma de la tarima, quienes estaban exaltados de emoción.
Uno de ellos comenzó a realizar aspavientos para llamar la atención de la cantante, y poder entregarle el regalo que traía. La cantante, al identificar qué era, dejó de cantar y utilizó su propio micrófono para golpear el objeto. Se trataba nada más y nada menos, que un muñeco de la colección Labubu.
«¡No Labubus!», exclamó Perry ante el desconcierto del fan, quién sacó su móvil para registrar lo sucedido. La reacción que género fue catalogada como «grosera» y «desmedida», aunque hubo gente que se mantuvo defendiendo a la artista y a su derecho a decidir que quiere recoger o no como obsequio.
Poco después de este momento, y ante el desconcierto de su público, la cantante se acercó a otros asistentes y comenzó a repartir galletas Tim Tams, algo que fue interpretado como una forma de «compensar» con lo sucedido.
Las sospechas y rumores apuntan a que esta reacción de la artista pudo estar motivada por una supuesta ruptura con el actor Orlando Bloom, cuya relación inició en 2016. Una fuente citada por el portal TMZ confirmó que Bloom acudiría «como hombre soltero» a la boda de Jeff Bezos con Lauren Sánchez.
Hubo otros gestos que mostraban que quizás, la artista no estaba pasando por su mejor momento. Durante el mismo concierto en Perth, en su canción «Firework», dijo la siguiente frase tras recibir una caja de Tim Tmans de otro asistente: “Esta canción trata sobre una ruptura, y este Tim Tam me salvó. Gracias”.
Por ahora, ni Perry ni Bloom han confirmado o desmentidos los rumores de su posible separación. Pero estos últimos actos durante el concierto son poco propios de la artista. Además, se evidenció un aura de tristeza durante su aparición en escena, lo que no hacen más que incrementar esta sospecha.