Vanitatis adelantaba el pasado viernes en primicia que Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez ya se habían convertido en abuelos de una niña. Además, se daba a conocer que el nombre que los papás primerizos han elegido para su hija, tan original como significativo, es Deva, que es la diosa hindú de la luna y significa «celestial» o «brillante».
Horas más tarde, Europa Press hablaba en exclusiva con la diseñadora y nos confesaba estar muy contenta por el nacimiento de su primera nieta y, como era de esperar, se deshacía en elogios hablando de ella: «Es monísima, tiene una boquita, una nariz, unos ojazos».
También conseguimos las primeras declaraciones de su pareja, José Manuel Díaz-Patón, quien nos aseguraba ser «un poco menos familiar, pero sí, para Ágatha, fenomenal, porque Tristán ha tenido una niña guapísima, y se ve que está muy sana y estupenda».
El abogado confesaba que «a Ágatha se le va a caer la baba como a todos los abuelos, eso en cuanto la tenga en sus brazos»… y no se equivoca, ya que la diseñadora lleva pidiéndole a sus hijos convertirse en abuela durante 25 años… un deseo que al fin se ha cumplido.
Además, Díaz-Patón compartió anécdotas sobre los preparativos para recibir a la pequeña en la familia, revelando la emoción y la alegría que ha generado su llegada entre amigos y familiares. Afirmó que todos están ansiosos por ver crecer a la nieta de Ruiz de la Prada y están deseando compartir momentos especiales con ella.
En conclusión, José Manuel Díaz-Patón expresó su felicidad por la llegada de la nieta de Ágatha Ruiz de la Prada y compartió su certeza de que la diseñadora se derretirá de amor con la pequeña, llenando así de alegría el hogar de la reconocida modista española.