Jimmy Kimmel regresó a las pantallas este martes con su programa Jimmy Kimmel Live! tras casi una semana de suspensión. Lo hizo entre aplausos y gritos del público, que no dudó en mostrar su apoyo desde el primer instante. Entre lágrimas y emociones a flor de piel, Kimmel abrió su monólogo diciendo: “Nunca fue mi intención minimizar el asesinato de un joven”.
El presentador agradeció tanto a sus seguidores como a quienes estaban en desacuerdo con él, destacando el valor de la libertad de expresión. Citó a figuras conservadoras como Ben Shapiro, Candace Owens, Ted Cruz y Rand Paul, reconociendo su derecho a expresar su opinión y subrayando que, en un país libre, nadie debería controlar lo que se dice en televisión. “Este programa no es importante. Lo importante es que podamos tener un programa como este”, afirmó Kimmel, recordando que la esencia está en preservar la libertad de expresión y el debate abierto.
Entre bromas y referencias a la actualidad política, Kimmel abordó la polémica que provocó su suspensión. Reconoció que algunos comentarios no fueron oportunos y que había personas molestas por lo que dijo. Sin embargo, insistió en que su intención nunca fue atacar a ningún grupo: “No creo que el asesino que disparó a Charlie Kirk represente a nadie. Era una persona enferma que creía que la violencia era una solución y no lo es”, según ha publicado El Observador.
La controversia comenzó el 15 de septiembre, cuando Kimmel hizo comentarios sobre la reacción de los seguidores de Trump ante el asesinato de Charlie Kirk. ABC suspendió el programa el 17 de septiembre tras la presión de la FCC, presidida por Brendan Carr, cercano a Trump. La medida desató críticas de políticos demócratas, colegas y celebridades, quienes defendieron la libertad de expresión. Figuras como Barack Obama, Gavin Newsom y cientos de artistas calificaron la suspensión como un “momento oscuro” para los medios en Estados Unidos.
Durante los días siguientes, se realizaron protestas frente a las oficinas de Disney y en los teatros de Los Ángeles. La presión logró que ABC retomara la emisión del programa, aunque algunas cadenas locales como Nexstar Media Group y Sinclair mantuvieron el boicot al show, reemplazándolo con su programación habitual. Kimmel abordó todo esto con humor y firmeza, recordando que su papel no es cambiar la forma de pensar de nadie, sino garantizar un espacio donde se pueda hablar libremente.
El regreso de Jimmy Kimmel a la televisión dejó claro que, entre bromas y monólogos, la defensa de la libertad de expresión sigue siendo su prioridad, incluso frente a la polémica y la censura.