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Isa Pantoja relata en un mar de lágrimas las salvajadas que le hizo su hermano con la complicidad de su madre

Isa Pantoja, rota y un mar de lágrimas, recuerda el maltrato y la humillación que sufrió en Cantora. /Imagen de Tele 5

En el programa ‘¡De Viernes’! desveló episodios vividos en Cantora que parecen sacados de una película de terror

Isa Pantoja ha vuelto a pasar por el programa ‘¡De Viernes’!, de Tele 5, y de nuevo a encogido el corazón de millones de espectadores al contar las salvajadas, porque no tienen otro nombre, que le hicieron en la finca Cantora, con el consentimiento de su madre, la tonadillera Isabel Pantoja.

Envuelta en lágrimas que contagió a todos los tertulianos que la escuchaban en el plató, entre otros Terelu Campos, la muchacha decidió desvelar lo ocurrido con famosos episodios que ella no había querido contar hasta ahora, aunque las apariciones en tertulias de famosas como Raquel Bollo, negando la verdad de lo que había dicho  hasta ahora, ha sido suficiente para que Isa volviese a los estudios de Mediaset y relatase su verdad, que como dijo, “es la única porque es lo que ocurrió”.

La única verdad

En su verdad Isa Pantoja, que está embarazada de diez semanas, narró hechos que parecen sacados de una película de terror y todo en presencia y con el consentimiento de su madre. Según ha explicado la joven, el traumático episodio de la manguera comenzó horas antes, cuando su hermano llamó a Isabel Pantoja para contarle que la adolescente tenía en un poder un móvil, pese a tenerlo prohibido. Además, le expresó que la pequeña de la casa, a sus 16 años, había estado con su novio en el piso sin su consentimiento. 

Tras esta conversión, Isabel Pantoja reaccionó muy molesta y ese momento no le ocurrió otra cosa mejor que castigarla y cortarle el pelo a la joven con las tijeras de la cocina, mientras le decía lindezas como que la iba a devolver a su Perú, ya que Isa es adoptada. Ante el comportamiento de su madre, Isa Pantoja salió corriendo y se encerró en el baño de su habitación, donde permaneció llorando y asustada una hora. “Me dijo que iba a llamar a mi hermano para que le diera el teléfono. Cuando llegó su hermano Kiko Rivera abrió la puerta y sin mediar palabra le dio una bofetada.

La riegan con una manguera

Pero lo peor no había llegado, además de quedar desfigurada con el pelo cortado, al escuchar a su hermano, Isa decidió correr correr para escapar de él. “Salí de Cantora al porche, desesperada. Yo me paré en la cancela sin saber qué hacer”, añadió, volviendo a llorar. “Me daba miedo porque nadie me iba a creer, yo no sabía que era tan grave lo que me había hecho, pero que lo contara era peor porque podría enfadarlos todavía más”. 

Al darse la vuelta, se topó de nuevo con su madre y su hermano. “Me dijo que me quitara la ropa. Era diciembre en Cantora y había llovido unos días atrás”, decía sin parar de llorar. “Él tuvo que andar unos metros para coger la manguera y me dijo que me quitase toda la ropa”. Su hermano Kiko la mojó sin piedad, desnuda y aterida de frío en una demostración de verdadera humillación.

En sujetador y bragas

“Mi madre, medio llorando, preguntó que qué iba a hacer y yo me quedé en sujetador y bragas, con el móvil en la bota. Mi madre dijo que no podía verlo y mi hermano dijo; ‘si no puedes verlo, vete'”, y se marchó al interior de la casa. “Mi madre se fue con las manos en la cabeza y yo le gritaba que había dicho que me iba a cuidar, pero se fue”, ha relatado entre sollozos.

Fue Agustín, su tío, el que al escuchar los gritos de la muchacha salió y la tapó con una toalla. Nunca más quisieron hablar de ello… En la casa había más gente y nadie hizo nada por evitarlo. A la mañana siguiente, ella había quedado con dos amigos y les enseñó el pelo. “Nunca más se habló de ese episodio. “Me arrepiento de no haberles dicho nada. ¿Dónde estaba mi hermano? Lo pasé tan mal que no se lo conté a nadie. Encima tengo que aguantar que digan que era una chica rebelde”, añadió. Y concluyó sin parar de llorar: Todos lo sabían y nadie hizo nada”.

Tremendo. Cuesta entender como una persona, como una madre, es capaz de semejante barbaridad con una niña y cuesta entender que una familia, su familia, se haya portada d manera tan cruel con la muchacha, quizás por su condición de adoptada por muy rebelde que fuese.

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