Las circunstancias en torno a la muerte del actor Gene Hackman y su esposa, la pianista Betsy Arakawa, siguen generando interrogantes tras la reciente revelación de un informe policial que contradice la cronología inicial de los fallecimientos. Según la nueva información, Arakawa realizó una llamada a su médico el 12 de febrero, un día después de la fecha en la que la policía estimaba su muerte.
El hallazgo de este registro telefónico ha llevado a reconsiderar la secuencia de los hechos, ya que las autoridades habían determinado inicialmente que Arakawa falleció el 11 de febrero, basándose en sus últimas actividades conocidas, que incluían visitas al supermercado y el intercambio de correos electrónicos con una masajista.
De acuerdo con la investigación, Betsy Arakawa tenía programada una consulta médica el 12 de febrero, pero había cancelado la cita dos días antes, argumentando que debía quedarse en casa para cuidar a Hackman. Sin embargo, el día de la consulta llamó al consultorio Cloudberry Health para pedir asesoramiento sobre un malestar.
El médico Josiah Child, quien atendió la llamada, explicó a la BBC que Arakawa describió síntomas de congestión, pero no mencionó problemas respiratorios graves ni dolor en el pecho. Desde la clínica intentaron volver a comunicarse con ella más tarde ese mismo día, pero nadie respondió al teléfono.
Los médicos forenses de Santa Fe determinaron que Arakawa falleció a los 65 años por hantavirus, una enfermedad respiratoria grave transmitida por roedores. Por su parte, Gene Hackman, de 95 años, murió por una cardiopatía agravada por el Alzheimer avanzado.
La revelación de la llamada de Arakawa ha generado nuevas especulaciones sobre el estado de la pareja en sus últimos días y ha abierto preguntas sobre si hubo algún tipo de asistencia médica tardía o si se pudo haber hecho algo para prevenir su muerte.
Mientras la investigación sigue su curso, un tribunal de Nuevo México ha emitido una orden de restricción temporal para evitar la difusión de fotografías, imágenes de video e informes de autopsia relacionados con los fallecimientos de Hackman y Arakawa.
El juez Matthew Wilson ha prohibido a la Oficina del Investigador Médico de la Universidad de Nuevo México y a la Oficina del Sheriff del Condado de Santa Fe publicar cualquier material gráfico que muestre los cuerpos del matrimonio o el interior de su vivienda. Asimismo, las autoridades no podrán divulgar los informes completos de la autopsia ni los documentos de investigación de sus muertes.
La decisión busca proteger la privacidad de la familia y evitar la difusión de detalles sensibles que podrían alimentar teorías sin fundamento. No obstante, la incertidumbre en torno a los últimos momentos de la pareja sigue generando interés público y dejando abiertas varias preguntas sin respuesta.
La llamada de Arakawa el 12 de febrero contradice la fecha de su muerte inicialmente establecida por la policía. Un tribunal bloquea la difusión de imágenes y documentos oficiales sobre los fallecimientos de la pareja.
La pregunta clave es qué ocurrió entre la llamada médica y el momento en que dejó de responder el teléfono. Los investigadores no han confirmado aún si el hantavirus, la enfermedad que le causó la muerte, pudo haber mostrado síntomas más graves en ese intervalo de tiempo. Además, aún no está claro si Arakawa pudo haber buscado ayuda médica de manera más activa o si su estado empeoró rápidamente sin que tuviera la oportunidad de recibir atención. La falta de respuestas alimenta la incertidumbre sobre los últimos momentos de su vida y la posibilidad de que haya factores aún no revelados en su fallecimiento.