Durante décadas, Gene Hackman fue sinónimo de excelencia actoral. Ganador de dos premios Oscar y retirado desde hace más de 20 años, murió como no lo hizo ninguno de sus personajes: en el más absoluto silencio, sin despedida pública y con una familia rota por viejas heridas. El actor fue hallado sin vida junto a su esposa, Betsy Arakawa, en su casa de Nuevo México. El tiempo que pasó hasta que los cuerpos fueron descubiertos dejó signos inquietantes, según una información publicada en Clarín.
La última voluntad de Hackman sigue siendo un enigma. Enterrado en un lugar reservado, sin nombre sobre la lápida, sus propios hijos —Christopher, Elizabeth y Leslie— asistieron al entierro, pero pidieron a los responsables del cementerio que el acto se mantuviera en secreto. Fuentes cercanas a la familia aseguran que los hijos, fruto de su primer matrimonio, habían sido excluidos del testamento. Pese a ello, reclaman ahora el acceso a la millonaria herencia que, según expertos legales, podría recaer en ellos por sucesión intestada.
La fortuna del actor, estimada en 80 millones de dólares, fue inicialmente asignada a fideicomisarios externos. Pero la muerte inesperada tanto de Hackman como de su esposa ha provocado una tormenta legal. Un juez aceptó una petición de urgencia para revisar la administración del patrimonio. El caso, ahora abierto, podría prolongarse por meses y dejar al descubierto más detalles familiares que el actor intentó mantener lejos de los focos.
El informe forense reveló que Hackman sufría complicaciones cardíacas agravadas por Alzheimer, y que falleció una semana después de perder a Betsy. La acetona hallada en su cuerpo sugiere un ayuno prolongado, quizás voluntario, como si la muerte de su compañera hubiese dejado al actor sin rumbo. El estado de la vivienda también arrojó un dato inquietante: la causa del fallecimiento de Betsy fue un hantavirus, originado por la presencia masiva de roedores en la propiedad.
El que fuera una de las figuras más respetadas de la industria cinematográfica terminó sus días lejos del glamour, rodeado de abandono y desconexión familiar. Las causas de la tragedia se investigan aún, pero el relato ya es tan triste como contundente: Gene Hackman murió olvidado por Hollywood, acompañado solo por el eco de su pasado. Mientras tanto, la disputa por su herencia apenas comienza. El actor que lo había dicho todo en la gran pantalla, guardó silencio en su despedida más dolorosa.