La joven ha viajado a su país natal junto a su hijo y su madre para presentar al pequeño a sus familiares y seres queridos
Hacía aproximadamente mes y medio que no veíamos a Gabriela Guillén. La última vez que las cámaras de Europa Press capturaron a la esteticista fue a mediados de marzo. Fue justo después de que varios programas confirmaran que la modelo había presentado una demanda de paternidad contra Bertín Osborne, ya que no había recibido respuesta del presentador en sus intentos por resolver el asunto de manera amistosa, lejos de los tribunales.
Durante casi 50 días, Gabriela decidió distanciarse y viajar a su país natal, Paraguay, junto con su hijo y su madre, para presentar al pequeño, que nació el 31 de diciembre de 2023 y cuyo nombre aún se desconoce, a sus familiares y seres queridos.
Unas vacaciones en las que la joven ha aprovechado para descansar en familia y disfrutar de su tierra con su bebé, en el que está completamente volcada. Sin embargo, todo lo bueno llega a su fin, y contando los días para retomar sus compromisos profesionales en la clínica estética en la que trabaja, Gabriela está de regreso en Madrid.
“Estoy bien gracias, y mi pequeño está muy bien, muy bien, muy grande ya”, ha revelado con una sonrisa en su reaparición ante las cámaras después de mes y medio alejada de los focos. Un tiempo en el que, como ha confirmado con un escueto “no”, su demanda de paternidad no ha tenido respuesta por parte de Bertín. “No voy a decir nada”, ha asegurado rotunda, desmarcándose de la actitud del cantante respecto a su hijo.
Durante su ausencia en el programa Fiesta aseguraron que el presentador habría visto fotografías del niño que le habría enseñado José Luis López El Turronero. Una información que Gabriela ha negado alucinada, asegurando que el empresario de Ubrique -muy amigo de ambos- no tiene Whatsapp. “Os inventáis todas las cosas. De verdad que no tiene WhatsApp, ¿cómo va a tener fotos del niño?”, ha zanjado.
Más discreta se ha mostrado cuando se le ha preguntado por la última entrevista de Bertín, en la que confesando que nunca ha estado enamorado, ha apuntado que el hombre es infiel por naturaleza: “No he visto nada, lo siento”, ha apuntado con indiferencia antes de entrar en su casa.
