Hoy: 22 de noviembre de 2024
El Rey Felipe VI, al clausurar la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, hizo hincapié en la importancia de la responsabilidad en los tiempos actuales, caracterizados por el resurgimiento de conflictos en Ucrania y Oriente Próximo. En su discurso, destacó la necesidad de un mayor sentido de la responsabilidad y argumentó que las soluciones a los múltiples desafíos que enfrenta España solo se alcanzarán a través de la unidad.
El monarca afirmó que en las circunstancias actuales, el deber de responsabilidad debe intensificarse, ya que la paz, el bienestar económico y social de millones de personas, y la preservación de los valores democráticos requieren un enfoque cuidadoso. Subrayó la importancia de que España sea consciente de sus logros como nación, lo que ha construido y prosperado con un gran esfuerzo. Además, señaló la necesidad de conservar y preservar estos logros frente a posibles amenazas y de cuidar lo mejor de la historia del país.
El Rey Felipe VI reconoció la existencia de numerosos problemas en su discurso, pero destacó que, tal como ha demostrado la historia de España, las soluciones siempre han surgido de la unidad en lugar de la división. Estas palabras fueron recibidas con un fuerte aplauso por parte de los asistentes. Enfatizó la importancia de la colaboración y el compromiso de todos, que son más esenciales que nunca si se desea construir algo que sea perdurable y significativo.
Asimismo, subrayó la necesidad de una voluntad integradora para edificar bases sólidas y duraderas, y señaló que es a través de la unión, el esfuerzo colectivo y actitudes solidarias que se construyen grandes obras y se obtienen respuestas que permiten avanzar.
El Rey expresó su convicción de que fortalecer lo que nos une permitirá recorrer la historia y encarar el futuro con mayor confianza y una esperanza bien fundamentada. También se refirió a la situación internacional, especialmente al conflicto en Oriente Próximo, así como a la guerra en Ucrania, destacando su preocupación por el resurgimiento de la guerra y la importancia de buscar soluciones pacíficas.
En relación con este tema, el Rey Felipe VI lamentó que el siglo XXI haya traído consigo un retorno aterrador de la guerra y conflictos bélicos en su forma más cruda y brutal, junto con la preocupación por el riesgo de su expansión. Señaló que no parece que se hayan aprendido las lecciones severas del pasado y que los enfrentamientos proliferan nuevamente, causando auténticas tragedias de gran magnitud y alcance global. Estos conflictos están llenos de horror y devastación, ignorando y despreciando la vida, la dignidad y los derechos humanos de millones de personas.
El conflicto en Oriente Próximo, en particular, ha generado un sufrimiento desgarrador. El Rey recordó que en 1994, los entonces galardonados con el Premio Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional fueron el primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el presidente palestino, Yasir Arafat. Ambos fueron premiados por su esfuerzo decisivo para crear las condiciones de paz en la región, siguiendo el proceso iniciado en la Conferencia de Madrid de octubre de 1991, con miras a lograr una paz definitiva en la región.
Felipe VI subrayó la importancia de nutrir, sostener y defender la paz, destacando las palabras del Rey Hussein de Jordania al recibir el Premio de la Concordia un año después. Hizo hincapié en que la paz es la única forma de garantizar un futuro mejor y seguro para toda la Humanidad.
Asimismo, el Rey expresó su preocupación por cómo las guerras y conflictos ponen a prueba el orden internacional y sus reglas, cuestionando el consenso necesario para mantenerlo. Además, mencionó el impacto negativo que tienen en las economías, afectando de manera perjudicial a todos, especialmente a los más vulnerables.
En este contexto, Felipe VI llamó a la cooperación seria, profunda y sincera entre las naciones para abordar los grandes retos globales y a defender con firmeza y sin descanso los principios y valores que inspiran y garantizan nuestra convivencia, especialmente en un momento en el que las democracias enfrentan una creciente fragilidad.