Alberto Núñez Feijóo está visiblemente molesto. Este miércoles, el líder del Partido Popular dejó claro que cualquier posibilidad de acuerdo con el Gobierno en materia arancelaria parece lejana, tras conocer el contenido del decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros. Para Feijóo, lo que ha presentado el Ejecutivo es un «parche», una solución temporal que no soluciona el verdadero problema de las empresas españolas.
«Hoy no estamos más cerca que ayer en la posibilidad de apoyar ese real decreto ley, que es un parche y no una solución ante las dificultades de las empresas españolas en materia de exportación hacia los Estados Unidos», dijo Feijóo de manera tajante en una rueda de prensa en Bruselas. El líder del PP, junto al presidente del PPE, Manfred Weber, se mostró firme en su postura tras reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Feijóo, que lleva días negociando sobre los aranceles impuestos por EE UU, subrayó que, en su opinión, ha sido el Gobierno de Pedro Sánchez el que ha «movido ficha» de forma errática. En contraste, el Partido Popular se mantiene fiel al «plan» que entregó a Moncloa el lunes. Según Feijóo, la propuesta del Gobierno está plagada de «carencias de fondo y de forma».
Para el líder del PP, lo que realmente le preocupa al Ejecutivo es mantener su propia «precaria situación», y no solucionar los problemas estructurales que enfrentan las empresas. «El Gobierno es el que se ha alejado porque intenta liquidar todo esto con parches en vez de con medidas estructurales», afirmó Feijóo, dejando claro su descontento con la gestión del Ejecutivo.
Pero lo que realmente ha encendido a Feijóo es lo que considera una «negociación encubierta con el separatismo». El líder popular denunció que este martes trascendió una negociación con Junts que el PP desconocía. «Yo no tengo ninguna duda que la disposición adicional segunda de ese real decreto-Ley sea exclusivamente un objetivo de contentar al separatismo», apuntó, sin titubeos.
Feijóo insistió en que lo que realmente importa es resolver los problemas de las empresas, y no los intereses políticos del Gobierno. «Los préstamos o los avales tienen que ir a las empresas que facturan y que exportan a los Estados Unidos, no hacia los territorios, ni hacia determinados partidos políticos», afirmó con contundencia, cerrando un discurso que dejó claro el malestar del Partido Popular con la situación actual.