Hoy en día, hay una realidad que nadie puede negar: vivimos rodeados de pantallas. Las nuevas tecnologías han llegado para quedarse, y el consumo excesivo de ellas se ha vuelto una preocupación más presente. Lo que antes parecía ser un problema menor, ahora afecta a millones de personas a nivel mundial.
La creciente dependencia a los dispositivos digitales, en los trabajos, en los estudios, en el tiempo de ocio, entre otros, trae consigo un riesgo para la salud ocular. Según se declara en un artículo del periódico El Impulso, investigaciones recientes hablan de que el 50% de los usuarios de ordenadores puede desarrollar problemas de salud ocular.
Hay otras consecuencias de este uso excesivo de las pantallas, entre ellas, destaca la fatiga visual. Esta se manifiesta a través de diversos síntomas, como sequedad, lagrimeo, picazón, ardor y visón borrosa o doble. Y aunque esto pueda parecer una incomodidad pasajera, estos síntomas pueden tener un impacto a largo plazo en la calidad de vida y productividad de una persona, según se dice en el mismo artículo del medio El Impulso.