Nuestro idioma está lleno de expresiones curiosas que muchas veces usamos sin pensar. Algunas tienen detrás mujeres reales, otras imaginarias, y algunas simplemente surgieron por el juego del lenguaje. Lo cierto es que estas frases reflejan historias que merecen ser contadas.
Hoy vamos a descubrir seis expresiones que llevan el nombre o apodo de una mujer y el origen detrás de cada una. Te sorprenderá cuánto hay de historia, humor y carácter en estas palabras que usamos a diario.
En tiempos de Maricastaña
María Castaña, campesina gallega del siglo XIV, se rebeló contra los abusivos tributos del Obispado de Lugo. Su lucha se volvió legendaria y pasó a la tradición oral. Hoy, decir ‘en tiempos de Maricastaña’ sirve para referirse a algo muy antiguo o anticuado, recordándonos que la historia de mujeres valientes sigue viva en el lenguaje.
Se armó la Marimorena
Marimorena era María, apodada ‘la Morena’, tabernera en el Madrid del siglo XVI. Un día se enfrentó a unos soldados que querían su vino reservado, provocando un gran alboroto. Desde entonces, ‘armarse la Marimorena’ se dice cuando surge un conflicto intenso, una pelea o un gran lío.
Llorar como una Magdalena
María Magdalena, figura bíblica, lloró desconsoladamente durante la crucifixión de Jesús. Su llanto se convirtió en símbolo de arrepentimiento y dolor profundo. Así surgió la frase para describir a quien llora mucho, aunque algunos la confunden con los bollos llamados madalenas.
Lo va a hacer Rita la Cantaora
Rita Giménez García, cantaora flamenca de Jerez, siempre actuaba donde otros se negaban. Su nombre se convirtió en sinónimo de alguien que hace lo que los demás no quieren, usado de manera irónica: “Eso lo va a hacer Rita la Cantaora”.
¡Que si quieres arroz, Catalina!
Catalina de León, era famosa por su gusto por el arroz. Cuando lo rechazó una y otra vez incluso enferma, nació esta expresión. Hoy la usamos para señalar que alguien ignora lo que se le dice o no hace caso.
¡Viva la Pepa!
La Constitución española de 1812 recibió el apodo de ‘La Pepa’ por haberse promulgado en el día de San José. Cuando fue abolida, los liberales gritaban ‘¡Viva la Pepa!’ para reivindicarla. Actualmente, la frase se usa para describir caos o bullicio, manteniendo un tono festivo.
Estas expresiones muestran cómo mujeres, historias y tradiciones han dado forma a nuestro lenguaje. Cada frase es un recuerdo vivo de valentía, carácter y cultura popular.