Un especialista asegura que es esencial proporcionar un cuidado integral que se adapte a las necesidades individuales de cada paciente
El doctor David Curto, director médico de Sanitas Mayores, afirma que intervenir en las primeras etapas del Parkinson puede “ralentizar su avance y mejorar la calidad de vida de los pacientes” dado que se trata de una “afección neurodegenerativa progresiva”.
Según Curto, es fundamental adoptar medidas en las primeras fases de la enfermedad. Los síntomas típicos del Parkinson, como temblores, rigidez y dificultad de movimiento, pueden evolucionar hacia una gama más amplia de manifestaciones, incluyendo problemas cognitivos, depresión y trastornos conductuales, entre otros.
“Es esencial proporcionar un cuidado integral que se adapte a las necesidades individuales de cada paciente y tener en cuenta la progresión de la enfermedad”, destaca el especialista.
Consideraciones del tratamiento
El doctor Ventura Anciones, miembro del equipo especializado en la Unidad de Trastornos del Movimiento del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, subraya que inicialmente “el manejo del Parkinson es más sencillo”, con diversos fármacos administrados de forma oral o transcutánea. Sin embargo, a medida que avanza la pérdida de neuronas dopaminérgicas, el control se vuelve más desafiante.
“Ya no es suficiente administrar dopamina de manera pulsada, lo que conlleva efectos secundarios a menudo incapacitantes”, señala Anciones.
Alternativas terapéuticas
En este contexto, la Unidad de Trastornos del Movimiento ofrece diferentes opciones según la edad y características del paciente. Entre ellas se encuentran la estimulación cerebral profunda y las terapias con bombas de infusión.
La estimulación cerebral profunda consiste en una intervención quirúrgica que implanta electrodos en el cerebro para estimular una región profunda llamada núcleo subtalámico. Esto simula la estimulación dopaminérgica y mejora los síntomas como rigidez y temblores de manera continua.
Las terapias con bombas de infusión, por otro lado, implican la administración continua de fármacos, ya sea a través del tejido celular subcutáneo o directamente en el intestino.
Enfoque centrado en el paciente
Anciones enfatiza la importancia de considerar al paciente como un todo. “Aplicamos estas alternativas terapéuticas de manera progresiva, adaptándolas a las necesidades individuales y siempre buscando la mejor opción posible”, concluye el especialista.