Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado el Informe sobre la situación mundial sobre el alcohol y la salud y el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias, que indica que Europa es la región que consume más alcohol, con 9,2 litros por persona, mientras que Estados Unidos consume 7,5 litros. Sin embargo, el consumo global de alcohol ha disminuido un 4,5% entre 2010 y 2019, pasando de 5,7 litros en 2010 a 5,5 litros en 2019.
“El nivel de consumo de alcohol per cápita entre los bebedores asciende a una media de 27 gramos de alcohol puro al día, lo que equivale aproximadamente a dos vasos de vino, dos botellas de cerveza o dos raciones de licores. Este nivel y frecuencia de consumo se asocian a un mayor riesgo de padecer numerosas enfermedades y a la mortalidad y discapacidad asociadas”, ha destacado el jefe de unidad de Alcohol, Drogas y Conductas Adictivas del Departamento de Salud Mental, Salud Cerebral y Atención Social, el doctor Vladimir Pozniak, en la rueda de prensa de presentación del informe.
Así, el informe resalta que, en 2019, el 38% de los bebedores habían realizado un consumo episódico excesivo, definido como el consumo total o de al menos 60 gramos de alcohol puro en una o más ocasiones en los meses anteriores. Además, la prevalencia del consumo de alcohol entre los jóvenes de 15 a 19 años en 2019 fue “inaceptablemente alta” en todo el mundo (22%), con muy pocas diferencias de género y una tendencia al aumento desde niveles inicialmente niveles bajos en algunas regiones.
El documento también destaca que, a pesar de cierta reducción en las tasas de mortalidad relacionadas con el alcohol desde 2010, el número total de muertes debidas al alcoholismo en todo el mundo sigue siendo “inaceptablemente alto” y asciende a 2,6 millones en 2019, con las cifras más altas en la región europea y la región africana.
“Las tasas de mortalidad debidas al consumo de alcohol por litro de alcohol consumido son más altas en los países de renta baja y más bajas en los países de renta alta. Se calcula que 400 millones de personas, es decir, el 7% de la población mundial mayor de 15 años, padecen trastornos por consumo de alcohol. La prevalencia más alta se registra en la región europea, con un 10,7% de las personas mayores de 15 años, y en la región de las Américas, con un 10,2%. Los trastornos por consumo de alcohol son más frecuentes en los países de ingresos altos”, ha remarcado el doctor Vladimir Pozniak.
La carga de morbilidad atribuible al alcohol es más pesada entre los hombres: dos millones de muertes atribuibles al alcohol y el 6,9% de todos los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) entre los varones y 0,6 millones de muertes y el dos por ciento de todos los AVAD entre las mujeres en 2019. Los niveles más altos de muertes atribuibles al alcohol por cada 100.000 personas se observan en la OMS África y Europa.
De todas las muertes atribuibles al alcohol en 2019, se estima que 1,6 millones de muertes fueron por enfermedades no transmisibles, incluidas 474.000 muertes por enfermedades cardiovasculares y 401.000 por cáncer.
Unas 724.000 muertes se debieron a traumatismos, como los provocados por accidentes de tráfico, autolesiones y violencia interpersonal. Otras 284.000 muertes estuvieron relacionadas con enfermedades transmisibles.
Por ejemplo, se ha demostrado que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de contraer el VIH/SIDA al incrementar el riesgo de transmisión derivado de un mayor riesgo de relaciones sexuales sin protección y al aumentar el riesgo de infección y posterior mortalidad por tuberculosis e infecciones respiratorias bajas al suprimir una amplia gama de respuestas inmunitarias. La mayor proporción (13%) de muertes atribuibles al alcohol en 2019 se produjo entre jóvenes de 20 a 39 años.
Asimismo, los datos revelan que el 3,7% de la población mundial, es decir, 209 millones sufren dependencia del alcohol, con diferencias sustanciales en el número de personas afectadas en las distintas regiones de la OMS. No obstante, ha habido una tendencia decreciente en la prevalencia de los trastornos por consumo de alcohol en todo el mundo desde 2010, impulsada por descensos en las regiones de las Américas, Europa y el Pacífico Occidental, mientras que se observa una tendencia al aumento en las regiones de África, el Mediterráneo Oriental y Asia Sudoriental.
Por otro lado, el documento resalta que durante la pandemia de Covid-19 en 2020-21-22, el consumo global de alcohol se redujo en un 10%. “Sin embargo, las tendencias del consumo de alcohol no son las mismas en las distintas jurisdicciones ni en los distintos grupos de población. Por ejemplo, tenemos datos de algunos países que no muestran una disminución, sino un aumento del consumo de alcohol y las personas con trastornos preexistentes por consumo de alcohol aumentaron el consumo de alcohol durante la pandemia”, ha explicado el doctor Pozniak.
El porcentaje de países que informan de una política nacional escrita sobre el alcohol ha aumentado un 13% en la última década ya que, en 2019, el 56% de los países informantes contaban con políticas nacionales sobre el alcohol y casi toda la población mundial vive en países que aplican impuestos especiales sobre el alcohol.
No obstante, la publicidad del alcohol en Internet y en las redes sociales, el segmento de más rápido crecimiento del marketing del alcohol, sigue sin estar regulada en gran medida. Desde 2012, la edad mínima legal de compra de cerveza ha tendido a aumentar en las normativas nacionales de todo el mundo, tanto para la venta en establecimientos como fuera de ellos.
En 2019, el 38% de los países informantes exigieron etiquetas de advertencia de productos alcohólicos en el embarazo, consumo de alcohol por menores de edad, conducción bajo los efectos del alcohol y/o cáncer; el menos común de ellos es el cáncer.