El Equipo Paralímpico Español ha concluido este domingo su participación en los Juegos Paralímpicos de París con un balance positivo de 40 medallas, lo que representa un incremento en comparación con los Juegos de Tokio de hace tres años. Sin embargo, un aspecto a mejorar ha sido el número de medallas de oro obtenidas, que se ha quedado en solo siete.
España finaliza su participación en los Juegos Paralímpicos de París fuera del Top 15, ocupando el decimoséptimo puesto en el medallero con siete oros, 11 platas y 22 bronces. Es el noveno país europeo, detrás de Países Bajos, Italia, Ucrania, Francia, Alemania, Polonia y Suiza.
En el total de metales, España queda duodécima, siendo el séptimo equipo en la tabla general. El equipo consiguió al menos una medalla cada día, excepto el sábado, cuando el bronce de Ander Cepas en tenis de mesa ya estaba garantizado pero no contabilizado. Hubo dos días destacados, el lunes 2 y el miércoles 4 de septiembre, con un total de siete medallas en cada uno.
El principal desafío sigue siendo el número de oros, que fueron dos menos que en Tokio 2021, y también menos que en Río 2016 y Londres 2012. Los campeones paralímpicos en París 2024 fueron Íñigo Llopis (100 espalda S8), Anastasiya Dmytriv (100 braza SB8), Susana Rodríguez (triatlón PTVI), Dani Molina (PTS3), Ricardo Ten (crono C1), Sergio Garrote (crono H2) y Yassine Ouhdadi (5.000 m T13).
Solo Rodríguez, Garrote y Ouhdadi lograron defender sus títulos de 2021. Otros campeones anteriores como Alfonso Cabello (kilómetro contrarreloj), Marta Fernández (50 braza), Kim López (peso) y Adiaratou Iglesias (100 m) no lograron revalidar sus medallas, mientras que Gerard Descarrega, lesionado, y Michelle Alonso, ya retirada, no participaron. Cabello consiguió un bronce tras un ciclo complicado, mientras que Fernández también obtuvo un bronce, pero ni López ni Iglesias lograron subir al podio.
Una vez más, la natación fue clave para el equipo, con 15 medallas (dos oros, cuatro platas y nueve bronces), una más que en Tokio. Destacan jóvenes promesas como Anastasiya Dmytriv, triple medallista, así como Marta Fernández y Nuria Marquès. Además, los relevos mixtos trajeron nuevos éxitos.
En La Défense Arena, Teresa Perales sumó su 28ª medalla paralímpica, un bronce en los 50 espalda S2. La aragonesa ha logrado subir al podio en siete Juegos consecutivos, un hito que comparte con Miguel Luque, también medallista en los 50 braza por séptima vez.
El atletismo y el ciclismo también contribuyeron con ocho medallas cada uno, destacando el atletismo con tres en salto de longitud y una en lanzamiento de peso y disco. El ciclismo mejoró su actuación respecto a Tokio, obteniendo tres medallas en el velódromo y cinco en carretera, con Ricardo Ten logrando tres medallas de diferentes colores.
El triatlón, como en Tokio, brilló con cuatro medallas, incluyendo un oro más para Dani Molina. Otros deportes que sumaron medallas fueron el tenis en silla, la esgrima, el tenis de mesa, el judo y el tiro. Mención especial para el tenis en silla, que, con el bronce de Martín de la Puente y Dani Caverzaschi en dobles, se estrenó a nivel paralímpico, y para Judith Rodríguez, quien dio a la esgrima su primer metal desde Sydney 2000 y el primer protagonismo femenino en esta disciplina desde Atlanta’96.
“Son resultados buenos y un aumento importante en relación a Tokio. Somos decimoséptimos del medallero por los oros y por eso tenemos que analizar que ha pasado porque el afinamiento no ha ido bien. Estamos tremendamente contentos con el resultado, pero tenemos que reflexionar e intentar poner una solución”, admite Alberto Jofre, director gerente del CPE, en rueda de prensa.
El exnadador recuerda que desde Atlanta’96 han tenido “una caída constante” en el medallero, pero que en París “se ha roto la línea descendente”, elogiando que los planes estratégicos que han puesto en marcha tras 2016 “de medio y largo plazo empiezan a dar resultado”.
Jofre valora positivamente el rendimiento del ciclismo y del triatlón, que “ha mejorado en la calidad” de sus medallas, y reitera que seguían sin estar “contentos” con el ratio de participación entre mujeres y hombres que es “una asignatura pendiente”. En Paris 2024, el 37,5% de las medallas fueron de deportistas femeninas.
También indica que están “contentos, pero no satisfechos con el relevo generacional“, donde los nombres más destacados han sido los de Tasy Dymitriv (16 años), Ander Cepas (20) y Kike Alhambra (20). “Tenemos que seguir trabajando en las canteras, es el talón de Aquiles del CPE”, admite el directivo.
“Hemos mejorado en el número de medallas, pero debemos mantener la autocrítica y saber los puntos qué mejorar, la autocomplacencia no es buena”, recalca Jofre. “Tenemos que seguir trabajando en el concepto de la familia paralímpica y en la coordinación entre la administración pública y autonómica y entre las federaciones españolas y territoriales”, señala.
Por último, recomienda seguir “trabajando en servicios interdisciplinares” y “muy coordinadamente con el CSD y su Team España” porque tiene claro que “la excelencia deportiva está en todo lo que rodea al deportista”, y también puntualiza que todos los deportistas y medallistas en estos Juegos “tenían becas ADOP”. “La decisión de quién cobra beca se hace por paneles de decisión, esto fue una decisión buena también polémica. En Tokio hubo dinero mal empleado, y aquí la medalla de esgrima es un ejemplo porque no tenía beca, pero la proyección nos decía que estaba en posición de medalla”, sentencia.