Hoy: 10 de noviembre de 2024
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha constatado que los hospitales españoles contarán este verano con más de 9.800 camas menos en funcionamiento por el cierre estival que han realizado el conjunto de administraciones sanitarias públicas.
Tras realizar un detallado análisis de la actual situación en las distintas comunidades autónomas, SATSE ha avisado de que desde el pasado mes de junio se han vuelto a establecer cierres programados y progresivos de camas, además de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas en los centros hospitalarios, que se mantendrán los meses de julio, agosto y septiembre.
En concreto, y según los datos recabados por SATSE en las diferentes autonomías, está previsto que se vayan a cerrar en verano, al menos, 9.809 camas en toda España. El pasado año fueron 8.600 camas.
Por comunidades autónomas, en Andalucía se cerrarán 2.038 camas; en Madrid, unas 1.800 camas; en Comunidad Valenciana son 1.126 camas; 850 camas públicas en Cataluña; 770 en País Vasco; 659 en Aragón; 508 en Galicia y 400 camas en Asturias. En lo que respecta a Castilla y León, la previsión es 335 y en Extremadura, 285 camas.
Por su parte, en Cantabria son 265 las camas cerradas; en Murcia, 250 camas cerradas; en la Islas Baleares, son 158; en Navarra, 108 camas cerradas; en Castilla-La Mancha, el cierre previsto afecta a 106 camas; en Canarias 99 camas, y un total de 52 en La Rioja.
SATSE subraya que este cierre de camas y la suspensión de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas tiene “una incidencia directa en las listas de espera que sufre nuestro sistema sanitario, las cuales se han ido incrementando en los últimos años”.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, hay 793.521 personas esperando para ser operadas. Al respecto, el Sindicato considera que podría aprovecharse el periodo estival para “reducir estas listas de espera, pero, por contra, se retrasa aún más el tiempo que deberán esperar las personas que así lo requieran”.
Ante la falta de camas, SATSE ha advertido de que las consecuencias de la “deficiente” planificación sobre medios y recursos que realizan el conjunto de administraciones públicas para los meses de verano “han vuelto a recaer, un año más, en los profesionales sanitarios y en los pacientes”.
A través de un comunicado, el sindicato ha lamentado que las administraciones públicas “no han cubierto el total de las vacantes por periodo vacacional o bajas por enfermedad, lo que conlleva un aumento de la sobrecarga laboral para los compañeros que trabajan los meses de verano, algo que repercute negativamente en la atención a las personas y también en su salud”.
En concreto, el porcentaje de personal que no se sustituye oscila entre el 30 y el 40 por ciento dependiendo del servicio de salud, según estima SATSE.
Asimismo, la organización sindical ha recalcado que otra consecuencia de esta “deficiente” planificación es “el aumento de pacientes desplazados dentro del mismo hospital a otras unidades que no se corresponden con su patología, lo que repercute en la calidad asistencial que se ofrece a estas personas”.
De manera paralela, SATSE asegura que las enfermeras son desplazadas también del servicio o unidad en el que trabajan a otro según las necesidades existentes, lo que “dificulta su labor a consecuencia de distintos factores ajenos a su voluntad, como el desconocimiento inicial que se produce de los medios y recursos existentes, las características y peculiaridades de su nuevo destino, etc”.
Otro aspecto en el que incide SATSE es que, “un año más”, no se ha realizado “una organización adecuada de las necesidades existentes en los hospitales y centros de salud durante el periodo estival porque, si bien es cierto que algunas zonas tienen menos sobrecarga asistencial, en otras, que son tradicionales destinos turísticos, se incrementa de manera considerable por la afluencia de visitantes o residentes estacionales”.
En la misma línea, también apuntan que “muchos municipios del medio rural incrementan su población de manera considerable los meses de verano, con lo que hay más posibilidades de problemas y saturación, ya que en estos lugares no hay los recursos asistenciales y profesionales necesarios”.
“Si ya el resto del año no se puede ofrecer la atención y cuidados que requieren las personas que viven en estas zonas de nuestro país, en verano, con más población, la situación puede agravarse”, ha aseverado el sindicato.