Hoy: 23 de noviembre de 2024
MIGUEL LEÓN
Los niños y niñas de Israel y Palestina deberían decidir por su propio futuro. Ellos y ellas serán los herederos de sus tierras. La resolución del conflicto entre Palestina e Israel es compleja y requiere considerar muchos aspectos.
La participación de niños y niñas, aunque importante para promover la comprensión y la paz, puede ser limitada debido a la complejidades política, histórica y social del conflicto. Sin embargo, la educación en valores de paz y comprensión mutua desde una edad temprana puede sentar las bases para un futuro más correcto y armonioso.
¿Hasta qué punto un grupo de niños y niñas serán capaces de dar solución al conflicto de ambos territorios desde la base de un mapa?
Es una fantasía, lo sé, resolver un conflicto tan complejo como el de Israel y Palestina, pero en mi sueño veo niños, jóvenes, que son capaces de ponerse de acuerdo sin tirarse bombas. Involucrar a jóvenes en conversaciones sobre paz y comprensión es valioso y nunca se ha puesto en práctica. Ha llegado el momento de que sean los que decidan sobre el bienestar de la tierra que pisan, la suya y la de sus hijos.
Nosotros ya hemos demostrado que somos los mejores para un planeta plagado de guerras, destrucción, hambre y cientos de problemas. Dejémosles que hablen y seguro nos sorprenderán ofreciéndonos más de los que nosotros somos capaces de crear.
La resolución iría encaminada sobre valores de humanidad despejando de sus conversaciones cualquier vestigio de violencia política, social o religiosa. Ellos y ellas no tiene ese instinto, no han heredado ni mamado poder soberano.
Es más importante la decisión de jóvenes niños y niñas que la decisión de adultos programados de corrupción y ambición generalizada de intereses estratégicos, personales, políticos, sociales, religiosos e ideales únicos. O empezar a entender y escuchar ideas frescas y blancas no contaminadas ni tóxicas que influyan o deriven en situación de estrés a la actual y sin solución.
Guerra, cambio climático, sequía, hambruna, enfermedades y descontrol geopolítico mundial, en todos los sentidos de la palabra, destrucción generalizada del planeta.
¿Por qué no dejar que ellos y ellas decidan los acuerdos de paz y cómo establecer los territorios? La participación de los jóvenes es muy valiosa por su disposición a buscar soluciones pacíficas y su capacidad para fomentar la tolerancia y la comprensión. Integrar sus perspectivas puede aportar enfoques innovadores y constructivos que siquiera los adultos llegamos ni de lejos a entender los conocimientos que estos poseen.
Una Palestina e Israel ideal para quienes quieren vivir en paz y anhelan un Estado independiente, soberano, con fronteras reconocidas internacionalmente y con derechos humanos garantizados incluyendo una economía próspera, acceso a servicios básicos, libertad de autogobierno en su territorio. El objetivo es compartido. Israel merece también fronteras seguras. No tendría que una locura coexistir entre vecinos donde se promueva la diversidad cultural y religiosa y se garantice la democracia y se fomente una economía fuerte y próspera.
Enhorabuena! Es un comentario tan trascendental que pone en relieve el auténtico problema que nos afronta , los niños aunque cuando quisieran establecer los pilares de paz y resolver un problema tan trincado ,se encuentran ante un escollo que las riendas no las tienen ellos, de modo que aunque quisieran no pueden conseguirlo. Estamos avistando ,en el siglo de la prosperidad y la tecnología, un desbarajuste en la moral que sale a flote sus consecuencias cuando matamos por matar y ocupamos los bienes de los demás sin argumento lógico ni nada y eso está a la vista de todos los que refieren que son defensores de la humanidad.No se puede hacer nada sino enmudecer y aceptar.