Emilia Mernes rompe récords en Europa y reflexiona sobre su carrera: «Hay mucha envidia y resentimiento»

Con solo 28 años, la artista argentina acumula más de 98 nominaciones y una extensa lista de conciertos agotados

Emilia Mernes vive un momento histórico en su carrera al convertirse en la primera artista latina en llenar tres veces el Movistar Arena de Madrid, un hito que definió como “una en un millón” en una entrevista para Elle España.

Su tour europeo no solo consolida su éxito internacional, sino que también revela una faceta más introspectiva de la cantante. En la sesión de fotos para la revista, Emilia lució prendas de Versace y Jean Paul Gaultier, y fue descrita como “un combinado perfecto de energía, dulzura, sensualidad y buena vibra”.

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Durante la entrevista, Emilia rememoró sus orígenes en Nogoyá, Entre Ríos, y el papel fundamental que su familia tuvo en su formación personal y artística. “Va gente de todo el mundo a hacerse fotos. Tienen colgados mis discos de platino y los premios que me han dado. Todas las harinas de esa panadería pasan por este cuerpo -entre risas-”, dijo sobre El Boulevard, la panadería familiar. También recordó el esfuerzo de su padre: “Vi a mi padre levantarse a las 3 de la mañana con 40 grados a la sombra o con heladas, y ningún día faltó”.

Roza las 100 nominaciones

Con solo 28 años, Emilia acumula más de 98 nominaciones y una extensa lista de conciertos agotados. Sobre su éxito, señaló: “Me esfuerzo mucho, me gusta hacerlo, y soy una persona sacrificada; así que el sueño se ha hecho realidad gracias a eso”. Además, dirigió un mensaje a las nuevas generaciones: “Hay mucha envidia, resentimiento, frustración… que no se lo tomen como algo personal, porque van a poder con todo. Y que también sepa esforzarse y hacer renuncias”.

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La artista también habló sobre los desafíos que enfrentan las mujeres en la industria musical: “Se nos exige más que a los hombres. Se nos compara, y eso es lo que fomenta el odio… Si una sube de peso, adelgaza demasiado o se equivoca, se nos castiga, algo que con ellos no sucede”. Emilia denuncia esta doble vara de medida que aún impera en el mundo del espectáculo.

Acude a terapia

Para sobrellevar la presión mediática y emocional, Emilia recurre a la terapia. “Sé que, a menudo, soy blanco de críticas y, si no hubiera recurrido a ella, hoy no estaría tan en calma, me afectarían”. En relación con su imagen artística, expresó con firmeza: “Opto por mostrar mi cuerpo, y es algo que está completamente bien, porque lo escojo yo… Nosotras podemos hablar de sexo y ser sensuales, y eso no es que nos estemos sexualizando, sino siendo quienes deseamos ser”.

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Emilia también compartió una visión íntima sobre sus dos facetas: “Me definiría como un todo. Está la Emilia a la que le encantan los flashes, las fotos… me recuerda a cuando era pequeña y hacía mis performances frente al espejo”. Esta versión escénica contrasta con su vida cotidiana: “Soy la chica de Nogoyá, la que va al supermercado con su mamá… la que le gusta estar tirada en el sillón viendo una serie, desmaquillada y en pijama”.

En definitiva, la artista argentina se muestra como una figura que combina la fama global con los valores de sus raíces. Su historia es la de una joven que, sin olvidar de dónde viene, desafía los estereotipos del pop latino femenino, y lo hace con autenticidad, determinación y una poderosa voz artística.