Con mono rojo, casco blanco y manos firmes en las cuerdas, Leonor de Borbón aparece en las primeras imágenes difundidas por la Casa Real mientras realiza tareas a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. No se trata de una visita protocolaria, sino de su implicación directa en el riguroso plan de formación de la Armada, como parte de su paso por la Academia General Militar. La publicación coincide con el ecuador del crucero de instrucción que la llevará hasta Perú.
Las fotografías la muestran subida al mástil para recoger velas, realizando maniobras de cubierta y asistiendo a clases teóricas con otros 75 guardiamarinas, de los cuales solo nueve son mujeres. En cubierta, la heredera del trono no tiene trato de favor: participa en los ejercicios, turnos y entrenamientos igual que sus compañeros.
Elcano zarpó en enero desde Cádiz y ha hecho escalas en Canarias, Salvador de Bahía (Brasil), Montevideo (Uruguay) y Valparaíso (Chile). Tras cruzar el estrecho de Magallanes, se dirige ahora hacia El Callao (Perú), antes de continuar su ruta por Panamá, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos. Está previsto que Leonor desembarque temporalmente en Nueva York para realizar un mes de formación en una fragata y luego reincorporarse en Gijón, según una información de El Observador.
La estancia de la princesa a bordo del histórico buque refuerza su compromiso con el rol de futura jefa de las Fuerzas Armadas. Las maniobras navales, los turnos de guardia y las jornadas de instrucción representan no solo una experiencia formativa, sino también simbólica: Leonor se forma con los pies sobre cubierta, y no sobre alfombra roja.