El tratamiento del cáncer de mama atraviesa una auténtica “revolución” que está permitiendo una mayor supervivencia y una mejor calidad de vida para las pacientes. Así lo ha destacado la oncóloga médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), Blanca Cantos, durante la presentación de la campaña ‘Matices que importan’, impulsada por la farmacéutica MSD. La iniciativa busca visibilizar las distintas realidades que afrontan las pacientes de cáncer de mama, coincidiendo con el mes de sensibilización sobre esta enfermedad.
Cantos ha explicado que el cáncer de mama es una enfermedad “heterogénea”, ya que existen varios tipos de tumores, como los triple negativo o los hormonales, y cada paciente presenta necesidades diferentes. En este sentido, ha subrayado que los tratamientos actuales son “más personalizados” y “dirigidos”. Ha señalado:
«Hemos asistido a nuevas moléculas. La inmunoterapia ha sido una revolución en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo. Hemos conseguido curar más porcentaje de pacientes. Hemos conseguido que haya más pacientes que no lleguen a fases metastásicas e incluso en la enfermedad metastásica hemos conseguido aumentar la supervivencia con este tratamiento»
También ha destacado el papel de los fármacos inmunoconjugados (ADC), que permiten administrar quimioterapia de forma selectiva a las células tumorales. Además, ha resaltado la importancia de la desescalada quirúrgica, es decir, ofrecer cirugías menos agresivas y menos mutilantes para las mujeres.
Para Cantos, estos avances son solo “la punta del iceberg”. En los próximos años se esperan más progresos gracias a nuevos tratamientos, a la tecnología y a la inteligencia artificial, que permitirán detecciones más precoces y campañas de screening más personalizadas, así como un abordaje más individualizado de cada paciente.
Lucía González Cortijo, la jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirón salud Madrid, ha resaltado el cambio en el modelo de atención a las pacientes con cáncer de mama en los últimos 20 años.
Según ha explicado, se ha pasado de un modelo “absolutamente paternalista”, en el que el médico tomaba todas las decisiones, a otro en el que la paciente llega a la consulta más informada y participa activamente. Ha indicado:
«Y nosotros de alguna manera tenemos que integrar todos esos deseos o anhelos, lo que se puede, por supuesto intentando disuadir a veces de algunas cosas que no son posibles»
Ahora, además, se tienen en cuenta factores personales, familiares y laborales, con el fin de ofrecer un abordaje “más integral”.
Ambas especialistas han coincidido en la importancia del trabajo multidisciplinar. Han destacado la necesidad de equipos formados no solo por oncólogos, cirujanos, radiólogos y enfermeras, sino también por psicooncólogos y nutricionistas. ha puntualizado González Cortijo:
«Todos tienen un papel importante (…) Tratamos de que todo el mundo esté al servicio de ellas (de las pacientes) para ayudarlas»
En este marco, las oncólogas han insistido en los beneficios de incorporar la actividad física, combinando ejercicios aeróbicos y de fuerza, y una alimentación saludable como parte del tratamiento integral del cáncer de mama.
Cantos ha alertado de que la edad media de diagnóstico del cáncer de mama está descendiendo. Cada vez hay un “porcentaje importante” de pacientes menores de 40 años, lo que plantea “nuevas necesidades” y “nuevos retos”, especialmente relacionados con la fertilidad. Según recoge Europa Press:
«Es un reto que se nos abre y para el que también hay una vía de investigación importante, intentar definir muy bien en qué momento pueden parar el tratamiento, en qué momento podemos indicar que una paciente se puede quedar embarazada, el intentar hacer esa preservación de la fertilidad antes de empezar con los tratamientos»
En este contexto, las oncólogas han señalado que será necesario revisar la edad de inicio de las campañas de screening, que en España comienzan generalmente a partir de los 50 años, aunque varía según la comunidad autónoma. Sin embargo, han advertido de que estos cambios deben evaluarse cuidadosamente, analizando el balance entre beneficio, riesgo y coste.
Por último, las especialistas han recordado la importancia de la autoobservación y la detección temprana. Han instado a las mujeres a prestar atención a cualquier cambio en el tejido mamario y a acudir al médico ante cualquier señal o antecedente familiar de cáncer. Cantos advierte:
«No podemos quedarnos con la falsa tranquilidad de que me he hecho una mamografía y no tengo cáncer de mama, porque puede aparecer a los meses»
La campaña ‘Matices que importan’ busca evolucionar el tradicional color rosa asociado al cáncer de mama para reflejar la diversidad de esta enfermedad. Ha afirmado Rute Álvarez, directora médica de Oncología de MSD en España:
«Porque no existe un único rosa. Hay tantos tonos de rosa como cánceres de mama, pacientes, estadios, formas de vivirlo, edades y momentos vitales»
Según la compañía, este año se estiman 37.000 nuevos diagnósticos de cáncer de mama en el país.