Hoy: 4 de diciembre de 2024
El Telescopio Espacial James Webb, desarrollado por la NASA, la ESA y la CSA, ha enfocado su atención en el enigmático gigante de hielo, Urano, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA).
Esta avanzada tecnología ha logrado capturar al planeta con sus anillos, lunas y una variedad de características atmosféricas, incluyendo un casquete polar estacional. La imagen obtenida amplía una versión previa de dos colores, incorporando más longitudes de onda para una visión más detallada.
El telescopio ha revelado los sutiles anillos internos y externos de Urano, incluso el esquivo anillo Zeta, notablemente tenue y difuso, el más próximo al planeta. También ha captado imágenes de muchas de las 27 lunas conocidas del planeta, incluyendo algunas lunas diminutas dentro de los anillos.
En el espectro visible, Urano se mostraba como una esfera azul serena y compacta. En el infrarrojo, el Webb está revelando un mundo de hielo singular y dinámico, repleto de intrigantes características atmosféricas.
Una de las más destacadas es el casquete polar norte estacional del planeta. En comparación con la imagen previa, se observan con mayor claridad algunos detalles del casquete, como el brillante interior blanco y la banda oscura en la parte inferior, hacia latitudes más bajas.
Asimismo, se distinguen varias tormentas brillantes cerca y debajo del borde sur del casquete polar. La cantidad y ubicación de estas tormentas en la atmósfera de Urano pueden ser resultado de efectos estacionales y meteorológicos combinados.
El casquete polar se vuelve más prominente cuando el polo del planeta se inclina hacia el Sol, aproximándose al solsticio y recibiendo más luz solar. Se espera que Urano alcance su próximo solsticio en 2028, momento en el que los astrónomos anticipan observar posibles cambios en estas características.
El Webb será fundamental para desentrañar los efectos estacionales y meteorológicos que influyen en las tormentas de Urano, aspecto crucial para comprender la complejidad de su atmósfera.
Debido a su inclinación de aproximadamente 98 grados, Urano experimenta las estaciones más extremas en el Sistema Solar. Durante casi un cuarto de su año uraniano, el Sol ilumina un polo, sumiendo la otra mitad del planeta en un prolongado y oscuro invierno de 21 años.
Con la “incomparable resolución y sensibilidad infrarroja” del Webb, los astrónomos pueden ahora explorar Urano y sus características únicas con una claridad sin precedentes.
El estudio de Urano podría proporcionar información clave sobre el funcionamiento de los numerosos exoplanetas de tamaño similar descubiertos recientemente, así como sobre la meteorología y formación de planetas de este tipo. Esto, a su vez, contribuirá a una comprensión más amplia del sistema solar y su lugar en el cosmos.