El ridículo

28 de octubre de 2024
1 minuto de lectura

Cuando no se sabe qué decir, y se intenta decir algo, inevitablemente surge el ridículo. La portavocía de Sumar, que ostenta un ministro con vocación de organizar museos y devolver “lo suyo” a los aztecas, señala que sabían y no sabían los presuntos devaneos del diputado fugitivo: luz de faro en sus filas hasta ahora. Y pidió perdón porque habían fallado los mecanismos de control en el partido… Delirante es el tartamudeo de semejante primicia.

Pero que nadie se preocupe: desde ahora, las cabezas pensantes de Sumar han decidido que se darán Curos de docencia y decencia sexual para que todos sus miembros (a las personas me refiero) sepan en cada momento cómo tienen que persuadir, insinuarse, acompañar en pisos o ascensores, señalar por dónde se empieza en el atrevimiento y cómo irse quitando la ropa, si es que procede… Esto nos deja mucho más tranquilos a los votantes. Saber que a los jerarcas de nuestros partidos les van a enseñar cómo se modera la precipitación de las ansias, permitirá desde ahora una mayor seguridad en los encuentros. 

En su día, votaron a Podemos cinco millones de españoles que hoy, seguramente, dudan si fue conveniente votar a tantos sabios juntos.

pedrouve

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Belenes

Cuando se es independentista de verdad, se es independentista de todo, menos de uno mismo. La tradición de los Belenes

El candidato

El nuevo candidato, sin ser feo, le sobran carnes en la papada y el cinturón ha traspasado jadeante los agujeros

Barcos de regreso

En absoluto me apetece hoy escribir de enredos políticos, de las diarias liviandades ni de otras músicas desafinadas. Veo desde

El yogur

Con toda razón suele decir mi hermano que la diferencia entre un anciano pobre y uno rico, es que el