El Rey Felipe VI ha asistido a la inauguración del nuevo Gran Museo Egipcio situado en las proximidades de las célebres pirámides de Giza.
Casa Real ha compartido un vídeo en su perfil de Instagram de la llegada del rey al país donde se ve como, a última hora de la tarde, aterrizaba en El Cairo acompañado por la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. Además de Felipe VI, también ha asistido Mary de Dinamarca y Felipe de Bélgica, entre otros.
El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, había trasladado su invitación al monarca para tan magno evento, que ha tenido que aplazarse en varias ocasiones por el contexto regional, durante la visita de Estado que realizó a España el pasado febrero tanto a los Reyes como al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Entonces, el rey resaltó que el Gran Museo Egipcio será «el museo arqueológico más grande del mundo» y aseguró que para España es «un honor haber participado en la construcción de este testimonio tangible de la valiosísima herencia cultural egipcia».
Felipe VI ha regresado a Egipto menos de dos meses después de la visita de Estado que llevó a cabo a principios de septiembre junto a la Reina Letizia. Entonces, ambos tuvieron ocasión de visitar las pirámides de Giza así como el Valle de los Reyes.
Aunque la primera piedra del nuevo museo se colocó en febrero de 2002, la construcción propiamente dicha por parte de la firma irlandesa Heneghan Peng Architectsa no arrancó hasta 2006. El estallido de la Primavera Árabe, que en Egipto supuso la caída del régimen de Hosni Mubarak, paralizó los trabajos, que se retomaron en 2014.
El Gran Museo Egipcio se convertirá en el mayor complejo museístico arqueológico cuando abra sus puertas al público el próximo martes 4 de noviembre, con más de 100.000 piezas tanto del Antiguo Egipto como de la presencia griega y romana en el país. Además, por primera vez se mostrará al público el tesoro completo de Tutankamón.
on 48 hectáreas de superficie —el doble que el Louvre de París—, el recinto se convierte en el museo más grande del mundo dedicado a una sola civilización, con entre 70.000 y 100.000 piezas en exposición, muchas de ellas nunca vistas, como los tesoros de la tumba de Tutankamón.
El proyecto, anunciado en 2002 y con inauguración prevista para 2012, enfrentó múltiples retrasos por su elevado coste, la inestabilidad política, la pandemia y los conflictos regionales. Su construcción ha requerido una inversión cercana a los 1.200 millones de dólares, financiados principalmente por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA). El primer ministro Mostafa Madbouly lo ha descrito como “el regalo de Egipto al mundo”, destacando su potencial para revitalizar la economía y proyectar la influencia cultural del país.

La egiptóloga Salima Ikram, de la Universidad de El Cairo, quien ha colaborado durante 20 años con el proyecto, subraya la relevancia histórica y simbólica de este museo: “El antiguo Egipto ejerce una fascinación universal. Incluso los griegos y romanos lo consideraban una tierra de misterio y conocimiento”. Para Ikram, la apertura del museo también tiene un profundo valor emocional y patriótico: “Esto generará un enorme orgullo nacional, acercando el antiguo Egipto a la vida cotidiana de cada ciudadano”.
La inauguración, prevista para el 1 de noviembre de 2025, contará con la presencia de unos 60 líderes mundiales, entre ellos el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y el rey Felipe de Bélgica. La jornada será declarada festivo nacional y el evento se retransmitirá en directo por TikTok y en pantallas gigantes en plazas de todo el país, en lo que promete ser una celebración de alcance global.

Entre las joyas del museo destaca la colección completa de la tumba de Tutankamón, descubierta por Howard Carter en 1922. “Tener el conjunto reunido en un solo lugar será espectacular”, afirma Ikram. El conservador británico Campbell Price añadió tras su visita: “Las galerías principales son impresionantes, permiten que cada pieza respire. Quedé profundamente satisfecho. Me emocionó”.
Además de los tesoros del joven faraón, el museo alberga piezas monumentales como el coloso de Ramsés II, de más de 3.200 años, que da la bienvenida a los visitantes en el vestíbulo principal. También se exhibe la barca solar de Keops, una embarcación funeraria de 4.600 años de antigüedad, considerada una de las más antiguas y mejor conservadas del mundo. Con su apertura, Egipto busca no solo celebrar su pasado glorioso, sino también proyectar su herencia cultural hacia el futuro.