El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, instó su país a estar «preparados para la guerra a nivel estratégico y mental» en medio de lo que describió como un aumento en «el apetito y la actividad de Occidente». En una reunión con altos funcionarios del país, Lukashenko destacó la importancia de la preparación nacional frente a lo que percibe como una escalada de tensiones.
«Bielorrusia no busca la guerra, pero debemos estar listos«, subrayó Lukashenko, cuestionando las motivaciones detrás de los movimientos de Europa Occidental, incluyendo sanciones y actividades militares cerca de las fronteras bielorrusas.
El presidente expresó preocupación por los errores de seguridad, advirtiendo que «cada error de las fuerzas de seguridad puede tener un alto precio en términos de paz y seguridad». En este contexto, hizo hincapié en la necesidad de una evaluación exhaustiva del bloque de seguridad y en abordar las opiniones de expertos para mantener la preparación adecuada.
Lukashenko lamentó la falta de voluntad de Occidente para buscar una solución diplomática a los conflictos y criticó la actitud «vergonzosa» de imponer la fuerza sobre aquellos que no están alineados con sus intereses. Además, alertó sobre los riesgos de una posible tercera guerra mundial, destacando la importancia de actuar de manera proactiva y realista.
Dirigiéndose a los asistentes, Lukashenko compartió su preocupación sobre las maniobras militares de la OTAN y Estados Unidos en los países bálticos, Alemania y Polonia, resaltando la presencia de un gran número de militares cerca de las fronteras bielorrusas.
Enfatizó la importancia de la preparación para neutralizar riesgos y amenazas, asegurando que el país cuenta con las medidas necesarias para enfrentar cualquier desafío y causar daño al enemigo si fuera necesario.