Hoy: 9 de noviembre de 2024
El papa Francisco ha autorizado al Dicasterio para las Causas de los Santos promulgar decretos relacionados con once canonizaciones, entre las cuales destaca la figura del guatemalteco Ernesto Cofiño (1899-1991), reconocido pediatra, padre ejemplar y devoto miembro del Opus Dei.
El decreto se centra en las virtudes heroicas de Cofiño, que mantuvo lazos estrechos con el Opus Dei, y gozó de una vida marcada por su entrega a la medicina, la familia y su profunda fe católica.
Monseñor Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, cuando se enteró del anuncio de la Santa Sede, no se resistió a la alegría que invadió su alma y espíritu. “Demos gracias al Señor y a la Virgen por esta feliz noticia y agradezcamos también al Santo Padre por querer tomar esta decisión”.
Ocáriz no dudó en elogiar al guatemalteco. “Ernesto respondió a la gracia de Dios y a su vocación viviendo las virtudes cristianas en su familia, en su profesión de médico y en el servicio generoso a los más necesitados”.
El religioso asegura que Cofiño siempre tendió la mano a “los enfermos, los pobres, los huérfanos. Junto a su esposa Clemencia, transformó su hogar en luminoso y alegre. Bendecido con el regalo de cinco hijos, fue un ejemplo para quienes lo conocieron”.
Nacido en la ciudad de Guatemala el 5 de junio de 1899, Cofiño comenzó sus estudios de medicina en la prestigiosa Sorbona de París en 1919, bajo la dirección del Dr. Robert Debré, considerado uno de los pilares de la pediatría moderna.
En 1933, contrajo matrimonio con Clemencia Samayoa, con quien tuvo cinco hijos: Ernesto, Clotilde Clemencia, Sofía, Roberto y José Luis. Su dedicación a la familia se complementó con una destacada labor en Cáritas Guatemala durante algunos años, evidenciando su compromiso con la ayuda a los más necesitados.
El año 1956 marcó un hito en la vida de Cofiño, cuando descubrió su vocación al Opus Dei, una institución de la Iglesia católica fundada por san Josemaría Escrivá en 1928. Esta revelación motivó sus pasos a la búsqueda de la santidad a través del trabajo ordinario y la dedicación a su familia.
Ernesto Cofiño, además de su carrera médica y compromiso social, enfrentó con valentía y fe un cáncer diagnosticado en 1981, que lamentablemente resurgió en 1991. Durante su enfermedad, buscó constantemente la compañía y el consuelo de Dios, convirtiendo su sufrimiento en una expresión de su profunda espiritualidad.
El postulador de la causa, Santiago Callejo, destaca en una entrevista la vida generosa del Dr. Cofiño. Asegura que “Ernesto supo ser un esposo amoroso y un padre dedicado. Su objetivo era ser un buen médico, un gran profesional, sabiendo que el trabajo era su manera de servir a los demás y cambiar el pedazo del mundo que Dios le había confiado”.
Callejo precisa que “en esto, el pediatra es similar a la mayoría de nosotros: el trabajo y la familia son lugares donde debemos actuar como lo haría Jesús. Ernesto se dedicó a servir a los demás con todo su corazón. También se preocupó por fomentar su propia vida como cristiano y animó a quienes lo rodeaban a crecer en su vida espiritual”.
“Será una inspiración familiar para la Iglesia en Guatemala”, asegura el postulador de la causa. También sostiene que su reputación de santidad se ha extendido ampliamente en los últimos años: “Todos los días recibimos historias de muchos lugares diferentes, incluyendo las personas de su tierra natal”, añadió.
El religioso asegura que “predominan las personas que buscan su intercesión para recuperar la salud”. Callejo invita a todos “a aprovechar este nuevo paso hacia su beatificación pidiendo favores a Dios a través del nuevo venerable”.
La noticia del decreto de las virtudes heroicas de Ernesto Cofiño ha sido recibida con alegría y emoción en la comunidad católica guatemalteca. Este paso significativo en el proceso de canonización destaca la vida ejemplar de un hombre que, a través de su labor médica, su compromiso familiar y su devoción religiosa, dejó una huella imborrable en la sociedad y la Iglesia.
El proceso diocesano, supervisado por el Arzobispado de la ciudad de Guatemala, comenzó con la apertura el 31 de julio del año 2000, donde se indagó sobre la vida, virtudes y fama de santidad de la Sierva de Dios. En un total de 58 sesiones, 45 testigos fueron interrogados.
La validación legal del proceso fue otorgada por la Congregación para las Causas de los Santos en Roma el 15 de marzo de 2002, momento en el cual se designó un relator.
La preparación del documento “Positio super Vita, Virtutibus et Fama Sanctitatis” de la Sierva de Dios comenzó, y en febrero de 2021 se presentaron ante la Congregación para las Causas de los Santos 771 páginas que detallan la vida y virtudes del venerable Ernesto Cofiño.
Para el 15 de noviembre de 2022, bajo la dirección del Promotor de la Fe, la comisión de consultores teológicos del Dicasterio para las Causas de los Santos emitió una respuesta afirmativa respecto al heroico ejercicio de las virtudes del Siervo de Dios.
Un año después, en 2023, en la sesión ordinaria de cardenales y obispos, se pronunció un decidido respaldo a las virtudes heroicas de Ernesto Cofiño. Para que finalmente, el pasado 14 de diciembre, el Papa Francisco haya dado su bendición y autorización para que el Dicasterio promulgue el decreto que reconoce oficialmente las virtudes heroicas del Siervo de Dios Ernesto Cofiño, acercándolo un paso más hacia el camino de la santidad.