Desconozco si en otros países sucede lo mismo, pero en España un porcentaje altísimo de empleados públicos, presentadores de TV o políticos de altura lo son gracias a “los enchufes”. Si para puestos determinados se requiere titulación, cuesta poco trabajo falsear las orlas universitarias y, alguien que no pisó un aula en su vida, se convierte de pronto en catedrático. Un suponer es lo que sucede en TVE, donde viven los ungidos de presupuesto incontable.
Mis lectores conocen la famosa anécdota del rey Alfonso XIII con Unamuno:
Al rector de Salamanca se le concedió la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio. A la hora de la imposición, el afortunado expresó: “Gracias, Majestad, me la merezco”. El Rey, sorprendido, contestó a Don Miguel:
-Todos los que la recibieron anteriormente manifestaron que no merecían tan alta distinción.
-Y tenían razón, Majestad, tenían razón…
Al anterior Presidente socialista le ha concedido su sucesor otra Cruz, como si no tuviera bastante con la suya.
Pedro Villarejo