Solicita detalles sobre quiénes eran los jefes de la banda en el momento del ataque y cuáles eran sus funciones
El juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal ha impulsado la investigación sobre el atentado perpetrado por ETA contra la comisaría de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya). De este modo, ha solicitado a la policía autonómica vasca que elabore un informe en el que detalle las funciones de los exjefes de la banda a los que investiga como presuntos ‘cerebros’ del ataque.
En una providencia de este lunes, a la que ha tenido acceso Europa Press, el responsable del Juzgado Central de Instrucción Número 1 insta a los agentes a que informen sobre la “composición nombre a nombre de toda la estructura de mando de ETA, intermedia y superior de la ZUBA o Comité Ejecutivo al momento” del atentado que se produjo el 21 de septiembre de 2008 y que se saldó con 18 heridos y cuantiosos daños materiales.
En concreto, el instructor oficia a los investigadores para que especifiquen “los distintos aparatos en los que cada uno de los querellados se integraba al momento de los hechos, especificando también los distintos subaparatos en que se dividían, e identificando a sus integrantes y su funcionamiento al momento de los hechos”.
Esta diligencia llega después de que Abascal admitiese el pasado 10 de julio a trámite la querella presentada por la Asociación Dignidad y Justicia (DyJ), imputando a Aitzol Iriondo, Gurbitz o Barbas; Mikel Carrera, Ata; Ainhoa Ozaeta, Kuraia y Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki por su “presunta responsabilidad como integrantes del Comité Ejecutivo” de la banda.
El magistrado tomó la decisión de investigar al propio Txeroki a pesar de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordó ese mismo mes archivar provisionalmente la causa que estaba abierta contra él al considerar, en consonancia con la Fiscalía y la defensa, que no había pruebas suficientes de que diera la orden de atentar contra la comisaría.
“Reapertura” para Txeroki por los “nuevos datos”
Sin embargo, el instructor justificó “la reapertura del proceso” al constar “nuevos datos adquiridos con posterioridad”. Abascal recordó entonces que los datos aportados por DyJ le permitían “hacer una valoración provisional para reabrir la causa contra Aspiazu Rubina”.
Se trataban, en concreto, de informaciones “que se desconocían en el momento del dictado de la resolución exculpatoria” y que, a juicio del instructor, “hacen verosímil su participación y responsabilidad” en el ataque de Ondarroa.
DyJ remitió el pasado mes de junio al juez un escrito en el que señalaba que “la barra de pan en el salpicadero” era el muy singular ‘modus operandi’ y ‘marca criminal’ del querellado Txeroki y de su ZUBA”, el órgano ejecutivo de ETA. La asociación explicaba que esa firma había sido utilizada en el ataque de Ondarroa.
Detalle sobre los “mecanismos internos” de ETA
Así las cosas, el juez pide a la policía vasca que ponga “especial interés” en los aparatos militar, político y logístico y todos los miembros que los componían, y que serían presuntamente los otros cuatro exjefes de la banda. El magistrado solicita que se preste “especial” atención al aparato logístico “dado los muy singulares medios comisivos (explosivos)” utilizados.
El juez pide también que detalle el ‘modus operandi’ de los “mecanismos internos de dirección de ETA y toma de decisión en su Comité Ejecutivo” y que “aporte copia del comunicado de ETA” o de la “reivindicación del atentado de Ondarroa y de todos los atentados-bomba del segundo semestre de 2008”.
Adicionalmente, el magistrado solicita que “se aporte toda documentación e indicios que hubiese podido desprenderse de cualquier otra detención o actuación policial, en relación a los hechos objeto” de la querella presentada por la asociación.
Además, el instructor insta a los agentes a que le remitan “informaciones o elementos de prueba que hubieran podido ser incautadas en relación a la comunicación interna” así como “elementos de prueba en relación al carácter ‘fungible’ o intercambiable de los miembros de ETA dentro de la organización”.
Por último, el juez Abascal pide un “pormenorizado estudio y cotejo de los restos del artefacto y explosivos, y en general de todo indicio (dactilográfico o de cualquier otro tipo), del atentado de Ondarroa”.