Un testigo del caso que investiga al exdiputado Íñigo Errejón por presunta agresión sexual a la actriz Elisa Mouliaá ha aportado este jueves al juez un correo electrónico en el que muestra su apoyo al exdirigente tras conocer la denuncia.
«Ya siento que esto esté ocurriendo. Es verdaderamente lamentable. Tanto Soraya –otra testigo– como yo, aparte de estar presentes, conocemos la historia de primera mano porque Elisa nos lo contó todo con detalle y nos llamó al día siguiente. Todo perfectamente normal. Aquí estamos para lo que necesites», le escribió el testigo a Errejón, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
El juez Adolfo Carretero ha incorporado a la causa tanto este correo, fechado en octubre de 2024, como mensajes de WhatsApp posteriores en los que Errejón agradece el apoyo recibido. En su declaración previa, el testigo ya había admitido haber mantenido varias conversaciones con el exdiputado, llegando a preguntarle “cuál es el plan con el juicio” y pidiendo información práctica sobre el proceso.
En sede judicial, Borja aseguró que no percibió nada anormal la noche de la fiesta y que no vio a Mouliaá especialmente afectada. “No vi nada fuera de lo normal”, afirmó, añadiendo que en la vivienda no había pestillos en las puertas, un detalle que contradice parcialmente la versión de la actriz.
Tras analizar los intercambios de mensajes, la acusación popular —ejercida por la Asociación de Ayuda de Defensa Integral a las Víctimas Especializada— cuestionó la relación entre Errejón y los testigos. A su juicio, los mensajes evidencian “una coordinación muy cordial para la colocación del testimonio”, lo que a su entender revela “animadversión de los testigos hacia la denunciante”.
Por su parte, el juez Carretero ya había descartado imputar tanto a Errejón como a la actriz por presuntas presiones. Según indicó en un auto, “fue Borja el que se puso en contacto” con el exdiputado, sin que conste amenaza o instrucción directa sobre lo que debía declarar. Sin embargo, la Asociación ha solicitado una pericial que analice la autenticidad, el tono y el contexto de los mensajes, con el objetivo de determinar si existió “posible presión o influencia” sobre el testimonio.