El confinamiento por la pandemia de coronavirus alteró el equilibrio social en Europa, por su repercusión en las vidas familiar y laboral, según una investigación en 27 países, realizada por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) y Eurofound.
El estudio se extendió por dos años y abordó el impacto de determinadas intervenciones no farmacéuticas sobre el equilibrio entre la vida laboral y familiar de los adultos; alteradas por el encierro obligatorio que provocó la epidemia de Covid.
Los cierres de guarderías, escuelas y universidades, y la adopción del teletrabajo provocaron transformaciones de la vida cotidiana de europeos, pese a que no se trataban de tratamientos médicos, pero si de un alteración abrupta de sus rutinas diarias.
Entre los grupos más afectados están las familias con niños pequeños, que fueron obligados a adaptarse a una nueva realidad, que exigía una mayor inversión de tiempo en el hogar para atender a las necesidades educativas y de cuidado de sus hijos.
Por contra, los resultados de la investigación mostraron que las personas menores de 35 años y sin hijos experimentaron una disminución en su estrés laboral.
Los habitantes de zonas rurales y los que viven en países del norte de la UE percibieron un impacto positivo de las políticas de teletrabajo en su equilibrio entre vida privada y profesional, con efectos negativos limitados o no significativos.