El Gobierno ha anunciado su intención de incluir el derecho al aborto en la Constitución española. La medida busca garantizar la autonomía de las mujeres y asegurar que este derecho no pueda verse limitado en el futuro. Según fuentes oficiales, la propuesta se articulará a través de un procedimiento de reforma ordinario de la Carta Magna. Este mecanismo exige una mayoría cualificada en el Congreso y el Senado para poder salir adelante.
De lograrse, España se convertiría en el segundo país del mundo en blindar el aborto a nivel constitucional. El primero fue Francia, que en 2024 introdujo este derecho en su texto fundamental. El Ejecutivo considera que se trata de un paso histórico y que sitúa a España en la vanguardia europea en materia de derechos reproductivos. El objetivo, señalan, es prevenir cualquier retroceso que pueda amenazar las libertades conquistadas por las mujeres.
La propuesta llega en un contexto de debate internacional sobre los derechos sexuales y reproductivos. Algunos países han avanzado en su reconocimiento, mientras que otros han endurecido sus leyes. Con esta reforma, el Gobierno pretende enviar un mensaje claro: el aborto es un derecho y debe quedar protegido por la norma más importante del ordenamiento jurídico, según ha publicado Europa Press.
Además de la reforma constitucional, el Ejecutivo prepara modificaciones en la normativa vigente. En concreto, planea actualizar el Real Decreto 825/2010, que regula la información que reciben las mujeres que deciden interrumpir su embarazo. El objetivo es impedir la difusión de mensajes engañosos o sin base científica. El Gobierno considera que se trata de una cuestión de salud pública y de respeto a la libertad de decisión.
Fuentes del Ejecutivo señalan que la reforma no busca abrir un nuevo debate sobre el aborto, sino consolidar un derecho ya reconocido en la práctica y en la legislación. La diferencia, subrayan, es que la Constitución lo elevaría a la categoría de derecho fundamental, reforzando así su protección.
La iniciativa tendrá que superar un proceso parlamentario complejo. La exigencia de mayorías cualificadas implica que el Gobierno necesitará apoyos más allá de sus socios habituales. Aun así, aseguran que confían en encontrar consensos, apelando a la necesidad de defender los derechos de las mujeres frente a posibles retrocesos.
Con esta propuesta, España se acerca a un cambio histórico en su Constitución. Si prospera, el derecho al aborto quedará blindado como parte esencial de las libertades y la igualdad entre hombres y mujeres.