Miles de personas salieron este miércoles a las calles de Sevilla para exigir responsabilidades por los fallos en el programa de cribado de cáncer de mama. La Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla (Amama) convocó la protesta, que según CC.OO. reunió a unas 5.000 personas. Entre ellas, mujeres afectadas, familiares y personal sanitario, todos bajo un mismo lema: “Nuestra vida no puede esperar”.
Ángela Claverol, presidenta de Amama, denunció los retrasos en las pruebas y la falta de información por parte de las autoridades. “Se trata de vivir o morir”, aseguró. Claverol insistió en que las mujeres afectadas sean atendidas de manera urgente por oncólogos o cirujanos para repetir pruebas y confirmar posibles diagnósticos de cáncer. La asociación contabiliza cientos de nuevos casos que podrían verse afectados, además de los 2.000 ya confirmados por la Junta de Andalucía.
El malestar no solo se refleja en las calles. Amama estudia acciones judiciales, tanto colectivas como individuales, por posibles delitos de lesiones por imprudencia, homicidio o dejación de atención sanitaria. La Fiscalía Superior de Andalucía ha abierto diligencias tras la denuncia presentada por El Defensor del Paciente. Las reclamaciones requieren documentación que pruebe la falta de comunicación de resultados y la relación con diagnósticos tardíos.
Horas después de la protesta, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció la dimisión de la consejera de Salud, Rocío Hernández. También presentó un plan de choque para resolver los fallos en el cribado, asegurando que no se escatimarán recursos económicos. La portavoz del Ejecutivo, Carolina España, declaró que la Consejería trabaja “sin descanso” para atender a las mujeres afectadas.
Sin embargo, el Sindicato Médico Andaluz alerta que el problema de fondo es la falta de personal. Rafael Ojeda explicó que priorizar mamografías puede dejar otros servicios desatendidos, y señaló retrasos similares en colonoscopias y otras pruebas diagnósticas.
La crisis ha llegado a la política nacional. La ministra de Sanidad, Mónica García, anunció un estudio de los programas de cribado en toda España. Mientras, los partidos de izquierda en el Parlamento andaluz solicitaron una comisión de investigación para determinar el alcance de los fallos y responsabilidades políticas. Pedro Sánchez criticó la gestión del Gobierno andaluz, y la vicepresidenta y líder del PSOE andaluz, María Jesús Montero, denunció un colapso del sistema sanitario.
La combinación de dimisiones, planes de choque, investigaciones y presiones judiciales refleja la magnitud de la crisis. Más allá de las medidas inmediatas, las afectadas exigen respuestas claras y rápidas. Cada día de retraso puede ser decisivo, y la sociedad sigue pendiente de soluciones que puedan salvar vidas.