Hoy: 22 de noviembre de 2024
El Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha liderado un estudio que concluye que las experiencias estresantes en la mediana edad pueden ser un factor de riesgo de Alzheimer en edades más avanzadas, ha informado este miércoles en un comunicado.
El objetivo del estudio, publicado en Annals of Neurology, era evaluar si la acumulación de acontecimientos vitales estresantes a lo largo de la vida podría influir en el desarrollo de patologías relacionadas con el Alzheimer.
La investigación, en la que ha colaborado el centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall Barcelona Beta Brain Research Center (BBRC), también ha asociado los acontecimientos estresantes en la infancia a procesos neuroinflamatorios relacionados con el desarrollo de Alzheimer en etapas posteriores.
Los investigadores han contado con 1.290 personas voluntarias de la cohorte ALFA de Barcelona sin deterioro cognitivo en el momento del estudio, pero con antecedentes familiares directos de Alzheimer.
Estos participantes se sometieron a entrevistas para evaluar el número de acontecimientos vitales estresantes, así como a punciones lumbares y resonancias magnéticas para analizar distintos biomarcadores vinculados con el Alzheimer.
El estudio ha relacionado niveles más elevados de la proteína beta amiloide, clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, con la acumulación de experiencias estresantes durante la mediana edad, por lo que la investigadora de ISGlobal Eleni Palpatzis ha afirmado que “es posible que estos años representen un periodo vulnerable en el que experimentar estrés psicológico pueda tener un impacto duradero en la salud cerebral”.
La investigadora de ISGlobal Eider Arenaza-Urquijo ha precisado que los resultados del estudios “sugieren que los mecanismos a través de los cuales los factores estresantes de la vida afectan a la salud cerebral de hombres y mujeres son diferentes: acumulación de proteína beta amiloide en los hombres y atrofia cerebral en las mujeres”.