Entre los pacientes con insomnio hubo un promedio más alto de exacerbaciones por año
Expertos de National Jewish Health, con sede en Estados Unidos, han evidenciado que los trastornos subyacentes del estado de ánimo y del sueño inciden negativamente en el control del asma, según informa Europa Press.
Los resultados, difundidos en el Journal of Asthma, muestran una interacción notable entre el insomnio, la depresión y la apnea obstructiva del sueño en individuos diagnosticados con esta enfermedad respiratoria.
“El control del asma, la calidad del sueño y el estado de ánimo son elementos cruciales que influyen en la calidad de vida global de un individuo, y nuestro estudio indica una estrecha interrelación entre estos tres aspectos”, señala Michael Wechsler, neumólogo, profesor de medicina y director del Instituto de Asma Cohen Family en National Jewish Health.
Wechsler, quien es también el autor principal del estudio, ase que “es fundamental que las personas con asma se sometan regularmente a evaluaciones para determinar tanto la calidad del sueño como los posibles trastornos del estado de ánimo asociados”, agrega.
Para el estudio, los investigadores realizaron una revisión retrospectiva de los expedientes de 659 pacientes adultos inscritos en un estudio a largo plazo en National Jewish Health. Los pacientes con asma fueron evaluados en función de la presencia de trastorno obstructivo del sueño concurrente, trastornos del estado de ánimo, frecuencia de exacerbaciones del asma y puntuaciones de las pruebas de control del asma (ACT). La investigación demostró un aumento significativo en la presencia de trastornos del estado de ánimo entre los asmáticos con insomnio en comparación con aquellos que no padecían trastornos del sueño.
La mala calidad del sueño a menudo se asocia con el asma, especialmente en quienes tienen un control deficiente del asma en general. El insomnio también suele superponerse a la depresión. Investigaciones anteriores han examinado la relación entre los problemas del sueño y el control del asma. Sin embargo, la interacción entre estas condiciones y los trastornos del estado de ánimo no se había estudiado bien.
Al revisar los datos, los investigadores encontraron que, en comparación con los pacientes sin insomnio, aquellos con insomnio tenían más probabilidades de tener un diagnóstico concurrente de apnea obstructiva del sueño, junto con un diagnóstico de depresión o ansiedad. Entre los pacientes con insomnio hubo un promedio más alto de exacerbaciones de asma por año en comparación con aquellos sin insomnio.
“Para nosotros, como médicos, es importante tratar las comorbilidades del asma, como los trastornos del sueño y del estado de ánimo, de manera similar a lo que hacemos con otras afecciones que afectan el manejo del asma, como el reflujo, la enfermedad de los senos nasales y la disfunción de las cuerdas vocales”, señala el doctor Wechsler.
Se necesita investigación adicional para comprender mejor los mecanismos detrás de las interacciones entre el asma, el sueño y la depresión. Esa comprensión puede conducir a directrices para la detección y el tratamiento de los trastornos del sueño y de la salud mental en quienes padecen asma.