A tres años de su retiro definitivo del cine debido a problemas de salud, Bruce Willis atraviesa un momento crítico. En 2022, el recordado protagonista de Duro de matar fue diagnosticado primero con afasia, y posteriormente con demencia frontotemporal (DFT), una enfermedad que ha afectado gravemente sus capacidades cognitivas y motoras.
Aunque su familia ha informado públicamente de que se mantiene estable dentro de su condición, nuevos reportes indican que su estado de salud ha empeorado significativamente. Según el medio Daily Express US, el actor, de 70 años, ya no puede comunicarse, leer ni caminar, debido al avance implacable de la enfermedad. El reporte no especifica las fuentes de esta información.
Hasta el momento, la familia no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el reciente deterioro. Sin embargo, en ocasiones anteriores han solicitado privacidad y respeto ante la difícil situación. En redes sociales, sus hijas han compartido momentos íntimos con él. Recientemente, Tallulah Willis publicó una imagen familiar donde se ve a Bruce sonriendo, acompañada del mensaje: “Domingo de diversión. Agradecida”.
La demencia frontotemporal es un conjunto de trastornos neurológicos poco comunes que afectan principalmente los lóbulos frontal y temporal del cerebro. Esta condición provoca un deterioro progresivo en áreas como el lenguaje, el comportamiento y la personalidad, diferenciándose de otras formas de demencia por su aparición temprana.
Generalmente, la DFT se presenta entre los 45 y 65 años, aunque también puede afectar a personas fuera de ese rango. En el caso de Bruce Willis, su diagnóstico ha contribuido a visibilizar esta enfermedad, que a menudo es poco comprendida tanto por el público como por el entorno médico.
Su historia, además de conmover a sus admiradores, ha generado mayor atención hacia el impacto emocional y físico que esta enfermedad conlleva, no solo para el paciente, sino también para sus seres queridos.