He asistido, al menos que yo recuerde, a tres eventos donde se requería la lectura de un salmo, de un poema y de una aproximación a la mística en un curso de coloquios intelectuales. La primera, en el salmo 128 se lee:
En primero lugar, los cielos no ven con buenos ojos a quienes los asaltan, y menos de esa manera violenta que los podemitas preferían para distinguirse de la casta. Los seres humanos, precisamente por serlo, tenemos el tejado de vidrio. Ya San
Vivía apenas entre memorias deshechas. Sus hijos la habían llevado a un lugar donde mejor estallaran sus pensamientos contra la blancura del tabique de enfrente. Tiene alzheimer, me dijo una señorita de uniforme que entraba y salía con sopas rancias, tenedores romos
A veces, los países de extrema belleza terminan siendo desgraciados porque les desean para el abuso bochornoso y nunca para el deleite de la amistad y el progreso. Cuba es uno de ellos. Las garfias de dos grandes potencias y la mala
Es comprensible que las generaciones posteriores a la mía piensen de forma diferente, se comuniquen con gestos y vocabularios que puedan resultarnos inapropiados e incluso que se emocionen por campanas que uno, a estas alturas, ya no escucha… Pero el evangelio, la
Veo esta mañana, tan sólo a unos pasos, cruzar al niño que fui y que entonces se preguntaba —locuras de siempre— por qué nadie tenía relojes de sol en sus muñecas. Al fin y al cabo, las horas de sol son las
En medio de un clima político convulso, la sociedad actual se enfrenta a la injusticia de los tres picos. Cada día me resulta más doloroso tener que señalar los despropósitos del viento cuando llega desfigurado en huracanes. Y en nuestra situación, ahora,