La clave estará en que mejoren o no las perspectivas de inflación para nuevas subidas en la siguiente reunión en septiembre
Las familias con una hipoteca pagan ya de dia mensual más de 300 euros por la subida de los tipos de interés que ha aplicado el Banco Central Europeo de forma progresiva durante los últimos meses en un intento ala desesperada por controlar la inflación, disparada en la zona euro.
El euríbor, referencia para las nuevas hipotecas, está ya en un mínimo del 4%, ha tenido dos efectos importantes: bloquear la firma de nuevas hipotecas y descolocar la economía de miles de familias que se han visto de pronto sorprendidos con subidas constantes de los tipos.
Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa, pronostica que el BCE suba los tipos de interés en 25 puntos básicos, algo que no debería sorprender a los mercados ya que ha sido “ampliamente telegrafiado”. De ser así, estaríamos hablando ya d un 4,25%.
Segura-Cayuela cree que la “clave” estará en lo que se sepa para la siguiente reunión en septiembre. “Con unas perspectivas que no han cambiado mucho desde la reunión de junio, no esperaríamos una orientación clara. Si no estaban preparados en junio, no es probable que lo estén ahora, dada la ausencia de noticias sólidas en ninguna dirección”, ha explicado.
De esta forma, apunta al documento que fundamente la subida de tipos y la posterior conferencia de prensa como “marcador de posición” que arroje pistas sobre el conjunto de previsiones y la evolución de los datos hasta entonces.
Bank of America espera que se haga aún más hincapié en la subida durante más tiempo, aunque es probable que haya que esperar a recibir orientaciones más claras al respecto. Y dadas las previsiones de junio, esperan que “la carga de la prueba para no subir en septiembre recayera en la necesidad de que mejoren las perspectivas de inflación”, una versión “más suave” del tipo de orientación que vimos en marzo.
Junto con la caída de la inflación subyacente, Bank of America prevé que no haya subida en septiembre, pero sigue siendo una decisión muy “reñida”, como dan a entender algunos de los halcones del BCE.
“Con un banco central que atribuye un peso desproporcionado a la inflación subyacente en sus decisiones, es poco probable que la evolución de los datos desde la reunión de junio proporcione un desencadenante claro que supere el desacuerdo interno sobre qué hacer más allá de la próxima semana; de ahí que la decisión se deje totalmente abierta”, ha resumido.
Por otra parte, Bank of America apunta a junio de 2024 como fecha válida para el primer recorte de tipos dadas nuestras previsiones de inflación y unas perspectivas de crecimiento mucho más débiles.
Inflación elevada
Desde Generali Investments, el responsable de análisis de la casa, Vincent Chaigneau, cree que el BCE subirá en julio los tipos al 3,75% y que, después, ya no volverá a hacerlo. “Los riesgos están sesgados al alza, ya que la inflación sigue siendo demasiado elevada”, ha razonado.
No obstante, cree que la economía europea está sufriendo una inflación “agresiva”, contra la que el BCE “se verá tentado a luchar, suprimiendo aún más la demanda”.
“Así pues, el mercado augura dos subidas más del BCE, hasta el 4%”, ha valorado también Chaignaeu a pesar de que reconoce que el PIB en la eurozona no ha recuperado el nivel precrisis, por lo que el nivel de sobrecalentamiento en el Viejo Continente no es tan elevado como en el caso de Estados Unidos.
La demanda empeora
De su lado, el fondo estadounidense de inversión T. Rowe Price ha destacado que el dato del PMI de la eurozona refleja un deterioro de la actividad del sector privado se ha acentuado en julio como consecuencia del empeoramiento de la demanda, particularmente en el sector manufacturero.
El economista jefe de T. Rowe Price, Tomasz Wieladek, ha explicado que la caída en la demanda de productos manufacturados en todo el mundo está afectando grandes economías exportadores, como Alemania, cuya industria no puede ‘tirar’ de pedidos no completados porque estos se encuentran en niveles normales, tal y como recoge el Instituto IFO.
El economista pronostica que, a pesar de los “claros signos de que la actividad europea se desliza hasta la recesión”, el BCE continuará con su política de endurecimiento monetario. No obstante, cree que en septiembre la decisión sigue “abierta”, pues para entonces los datos de inflación y paro serán “más relevantes”.
Dada la débil demanda, es “más probable” que el PMI manufacturero de la eurozona siga siendo “muy débil” en el tercer y cuarto trimestre de 2023. Wieladek considera también que el PMI de servicios se deteriore en el verano, hasta adentrarse en terrenos negativos de 48 en septiembre u octubre.
Dudas para septiembre
Nomura apuesta también a que no habrá sorpresas en la próxima reunión de julio del BCE, por lo que subirá tipos, aunque evitará dar orientaciones sobre septiembre para estar “abiertos a cualquier posibilidad”, en especial a potenciales nuevas subidas.
En su último informe, Nomura eleva sus previsiones de inflación en la eurozona para 2025 hasta el 2,1% y hasta el 2,2% en la inflación subyacente.