La temporada de gripe se ha adelantado significativamente este año y lo ha hecho con un comportamiento inusual, impulsado por la expansión de la variante K del subtipo A(H3N2). Los servicios de urgencias señalan un crecimiento “más rápido de lo habitual”, con una incidencia media que ya supera los 600 casos por cada 100.000 habitantes y picos que rozan los 1.600 en algunas áreas. Según SEMES, la presión asistencial ha aumentado entre un 15% y un 20% y el pico epidémico aún no ha llegado.
Este aumento se refleja también en el consumo de productos sanitarios. La venta de mascarillas ha crecido un 43%, la de antigripales un 89% y la de analgésicos un 11%. En la farmacia Labella, en Santiago de Compostela, lo ven a diario: antes de la pandemia “vender una mascarilla era anecdótico”, explica Ignacio Labella, quien señala que ahora hay días en los que dispensan “veinte o treinta”. A su juicio, es “positivo” que la población use la mascarilla de manera espontánea cuando está enferma o en lugares cerrados, según recoge Antena 3 Noticias.
La circulación del virus avanza con distinta intensidad según la comunidad autónoma, pero con un patrón común: un aumento sostenido en todas las edades, especialmente en niños pequeños y mayores. Castilla y León registra una de las tasas más elevadas; Cataluña mantiene una incidencia alta y concentra un 58% de los casos de la variante K; y regiones como Aragón, Galicia o Murcia han activado alertas o han experimentado subidas muy rápidas. Andalucía, Comunidad Valenciana, Navarra, País Vasco, Baleares y Asturias consolidan también la tendencia ascendente.
A la expansión de la gripe se suma una actividad significativa del virus respiratorio sincicial, sobre todo en menores, y un flujo constante de casos de covid, lo que incrementa la presión sobre un sistema sanitario ya saturado. “El incremento de la demanda asistencial hace especialmente necesario poner en marcha planes de contingencia”, resume el doctor Javier Millán, vicepresidente de SEMES, quien subraya la importancia de agilizar ingresos y asegurar camas disponibles.
La sociedad científica advierte de un aumento de descompensaciones en personas mayores o con patologías respiratorias y cardíacas, mientras la tasa de hospitalización por causas respiratorias asciende ya a 15 casos por cada 100.000 habitantes. Ante este escenario, Sanidad y las comunidades autónomas han acordado recomendar el uso de mascarilla en personas con síntomas, centros sanitarios y espacios cerrados con aglomeraciones, una medida que acompaña al adelanto de la campaña de vacunación.