Las universidades publicas (93%) suelen ser más transparentes que las privadas (23%), según el undécimo informe Examen de transparencia de la Fundación Haz. El estudio refleja «una mejoría generalizada de las centros de estudios estatales y un estancamiento en los particulares».
La investigación demuestra el progreso en la transparencia de los centros públicos, con 46 de 49 de ellos (el 93%) considerados transparentes. Y, por segundo año consecutivo, ninguno calificado como opaco. Estos resultados son opuestos a los de las universidades privadas, ya que 6 de 26 (un 23%), el mismo porcentaje que en las dos ediciones anteriores, obtienen el calificativo de transparente, siete son opacas y el resto translúcidas.
El área económica opaca nuevamente a las privadas. Aunque en el informe de este año se aprecia una ligera mejoría en algunas áreas. Pero igual siguen presentando grados de transparencia «muy bajos». No llega a un tercio el número de centros privados que publica en la web este tipo de información.
El informe indica que el indicador económico más incumplido es el de la auditoría externa, que solo cumple el 30%, lo que resulta verdaderamente «alarmante».
Esta nueva edición confirma lo que ya se venía apuntando en análisis anteriores: transparencia y configuración jurídica están correlacionadas. De las siete universidades privadas consideradas opacas, en cinco el titular es una sociedad mercantil.
«El mensaje que indirectamente transmiten los órganos de gobierno de estas universidades, consciente o inconscientemente, es que la actividad de educación superior es un negocio muy lucrativo para sus titulares y, por tanto, cuanta menos información económica proporcionen, menos probabilidades habrá de que alguien cuestione los medios para obtener y distribuir esos beneficios», apunta el documento.