«Mi sueño siempre fue trabajar en España y no quiero truncar los sueños de nadie, pero tampoco voy a permitir que destruyan los míos», dice Leesly
Los juzgados de instrucción 19 y 22 de la plaza de Castilla de Madrid analizarán hoy y mañana martes el lío judicial en que está envuelto el músico Nacho Cano con la ex becaria de la obra Malinche, Lessly Guadalupe, y otras aprendices.
El juzgado 19 tomará declaración hoy lunes al músico del grupo Mecano en relación con una denuncia por un presunto delito contra los trabajadores que le han interpuesto varias de las becarias que el músico se trajo de México para su musical Malinche, mientras que el 22 tiene previsto cotejar el martes 14, comprobando whatsaap y correos electrónicos, la autenticidad de los supuestos mensajes amenazantes que Lessly le habría enviado a Nacho Cano tras apartarla este del musical.
Este último juzgado investiga una denuncia por amenazas del músico contra Lessly, mientras ella y otras becarias le atribuyen a él un delito laboral.
En síntesis, Nacho Cano asegura que Lessly, tras ser apartada del grupo de becarios por un tema profesional, le amenazó con hablar mal para desprestigiarle a él y a la obra musical.
En uno de los mensajes, enviados a una amiga suya de México que continuaba en la obra y tenía buena relación con Nacho Cano, Lessly asegura que no tiene ninguna intención de regresar a México, y presentarse ante su madre y su abuela, que está enferma, como una «fracasada».
Y añade: «(…) No están respetando los acuerdos de la primera carta de invitación que Roxana [del equipo de producción del músico] nos envió». «(…) Mi deseo es trabajar en España o en algún musical o proyecto que logre quedarme. En México he trabajado en proyectos 100% profesionales y siempre he tenido un buen desempeño».
«Envíale el mensaje a Nacho»
Y sigue Lessly escribiendo a su amiga: «Si piensan que voy a dedicarme a hablar mal de ustedes, bórrenlo, todos tenemos cosas importantes que hacer… Mi sueño siempre fue trabajar en España y no quiero truncar los sueños de nadie, pero tampoco voy a permitir que destruyan los míos».
«Por tanto, pido que me recomiende Nacho para trabajar aquí y si en verdad no me quiere recomendar igualmente yo podría buscarme trabajo, y no, no quiero dinero».
«Simplemente que en lo que generó ingresos me brinde un techo de hotel o donde se pueda, comida y transporte. Yo en cuanto perciba un sueldo se olvidan de mí y yo de ustedes… Entre más pronto, mejor. Y yo firmaría que sería reservada con mis comentarios y cumpliría con lo acordado, tendría que ser recíproco. Envíale este mensaje a Nacho, por favor», le pide Lessly.
En las diligencias constan más mensajes, que son los que hoy va a cotejar el juzgado 22 delante del secretario o letrado judicial para acreditar que ciertamente han sido enviados y recibidos.
En otro diálogo con Susana Jove, Lessly comenta: «Hablé con mi abogado y me dijo que sí podía demandarlos por negligencia, discriminación, maltrato psicológico, privación de libertad en el hostal, entre otras cosas».
«En verdad respeto y admiro al señor Nacho Cano, por esto es que no he hecho nada… pero mi mamá está muy molesta y quiere enviarme un abogado y que vaya a Derechos Humanos».
Lessly ha dejado entrever que el motivo real porque el que fue apartada del musical en el casting es un defecto físico congénito que tiene en una de sus manos: le faltan tres dedos interiores.
Supuesto delito laboral
En el juzgado 19, donde se lleva el supuesto delito contra los derechos de los trabajadores, que suscriben varias becarias, hoy tiene que declarar el artista madrileño Nacho Cano. Sufrió una mediática detención policial have meses tras la denuncia laboral, lo que consideró una «maniobra orquestada» por apoyar a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, Nacho Cano.
Será interrogado el martes por la jueza de Madrid que le investiga por la presunta contratación irregular de un grupo de becarios mexicanos para su musical Malinche.
El músico y productor del espectáculo comparecerá hoy junto a otras tres imputadas de su empresa, Roxana Gabriela G., Cristina C. y Susana J., quienes habrían gestionado el viaje y la estancia en España de los 17 becarias mexicanas preseleccionadas.
A todos ellos les atribuyen delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, por fomentar la llegada de inmigración irregular a España, y contra los derechos de los trabajadores. El asunto lo lleva la jueza Inmaculada Iglesias.
Un informe de la inspección laboral revela que no hay delito, que Nacho Cano no tenía obligación legal de contratar a las becarias mexicanas. Se trataba de un asunto de formación.
La juez, en cambio, cree que los imputados han podido participar activamente «activamente en una falsedad referente a la simulación de una relación de formación y no una relación laboral».